Esta feria, organizada por los promotores de la Semana de la Moda de Tokio y el diario "Senkein Shimbun", se celebra dos veces al año, una en enero y otra en julio, y en cada una de sus ediciones recibió el año pasado a cerca de 30.000 visitantes.
Según dijo a Efe una portavoz de la organización, desde hoy y hasta el viernes esperan recibir al menos el mismo número de visitantes que en las dos últimas ediciones en el centro de exposiciones internacionales "Tokyo Big Sight", en la isla de Odaiba, en la capital nipona.
"Ponemos juntas muchísimas marcas en un solo lugar, en este gigantesco evento que puede a atraer a compradores de todo Japón y Asia", afirmó por su parte Masayuki Kashiwagi, del "Senkei Shimbun".
Este año la feria congrega a más de 800 expositores, de los cuales sólo 75 son extranjeros, entre los que destacan los asiáticos -de Corea del Sur y China- y los estadounidenses, aunque también aparecen representadas algunas firmas europeas.
Kashiwagi explicó que la razón de que la presencia extranjera no sea demasiado elevada es que ahora mismo se están organizando otras ferias de moda en Europa y apuntó que aquí el objetivo es "internacionalizar a los diseñadores japoneses".
La organización señaló además que este evento es especialmente útil para los nuevos diseñadores, que se dan a conocer a través de esta feria y en muchos casos logran hacerse un hueco en el reñido mundo del "Prêt à Porter" internacional.
Ese era el caso de los daneses "Shoe the Bear" que, según señalaron, presentaban sus zapatillas de deporte de diseño por primera vez en Tokio y trataban de convencer a los clientes regalándoles un cuadro exclusivo con cada compra.