Toda mujer se siente radiante cuando su piel luce hermosa y sana; por eso, a lo largo de la historia, las féminas han buscado fórmulas para mantenerla tersa y firme.
Adquirir una serie de hábitos que no nos tomarán demasiado tiempo, es la mejor manera de cuidarla.
CONÓCELA: Es importante que conozcas tu tipo de piel y puedas elegir os productos apropiados. Para determinar si la tuya es grasa, seca o normal, lávate la cara con agua, sécala, y espera 30 minutos, sin aplicarte ningún producto. Si después de este tiempo sientes la piel tirante, la tienes seca. Si no, presiona un pañuelo de papel sobre tu cara durante un minuto. Mira el papel, si ves restos aceitosos, tu piel es grasa, si no; es normal.
LIMPIEZA: Mediante la limpieza eliminamos las células muertas, el exceso de grasa, el sudor, restos de maquillaje y suciedad acumulada; elementos que son responsables de la piel tenga un aspecto opaco, con una textura escamosa y se llene de puntos negros y granos.
Debemos limpiar nuestra piel por la noche y por la mañana, con una loción limpiadora o con jabón, aclarando después con abundante agua.
PROTECCIÓN SOLAR: El sol es el principal causante del envejecimiento cutáneo y de la aparición de manchas, arrugas e incluso cáncer. Todo tipo de piel sufre con el sol, incluida la negra. Así que lo más práctico es utilizar cremas hidratantes con protección solar, que bloqueen los rayos UVA y UVB, de al menos factor 15. No olvide que las lámparas de rayos V son igualmente dañinas.
LA HIDRATACIÓN: El rostro se debe hidratar, todo el año, para mantenerse suave y resplandeciente. Para lograrlo, podemos auxiliarnos de los diferentes hidratantes que existen en el mercado, para cada tipo de cutis, así como las cremas, que mejoran la suavidad, elasticidad y dan firmeza a la piel. El agua es importante para hidratar la piel. No te olvides tomar al menos 8 vasos de agua al día.
PIEL NORMAL: Necesita una crema hidratante y libre de grasa.
PIEL GRASA: Requiere productos hidratantes con poca grasa.
PIEL MIXTA: Se debe aplicar una crema hidratante propia de pieles grasas en la zona T, que incluye frente, nariz y barbilla.
PIEL SECA: Precisa de hidratantes protectores y nutritivos.
BENEFÍCIATE DE LAS DE MASCARILLAS:
Las mascarillas actúan con rapidez y sus efectos son inmediatos y visibles. La mayoría hidratan, purifican, relajan y regeneran.
Las hidratantes: El efecto se percibe de inmediato; deja piel suave y el tono más luminoso.
Purificantes: Limpian la piel a profundidad; eliminan las células muertas y las impurezas.
Relajantes: Relajan el cutis y son perfectas para rostros cansados.
Reafirmantes: Rellenan la piel con sustancias nutritivas e hidratantes, dejándola lisa.