A través de una adecuado cepillado de los dientes es posible remover la placa bacteriana (película delgada, pequeña, pegajosa e incolora que contiene bacterias dañinas) que se aloja en ellos y que se forma con los restos de alimentos.
Pero en una buena higiene bucal entran en juego una serie de factores, entre ellos el diseño de los cepillos, el tipo de dentífrico y la frecuencia del cepillado.
Para uso general, un cepillo de cerdas suaves y con terminación curva es aconsejado, ya que permite una buena limpieza sin dañar los tejidos de la encía. Su tamaño y forma permitirán llegar a cada uno de los dientes.
CONTAMINACIÓN DE LOS CEPILLOS:
Ahora, bien en el proceso de remoción de la placa dental, los cepillos dentales se contaminan con bacterias, sangre, saliva, restos bucales y dentífricos y en todo esto influye el tamaño y la forma del cepillo, el tipo de cerdas de que y la frecuencia del cepillado.
SIGA LOS SIGUIENTES PASOS PARA REMOVER LA PLACA DENTAL:
1.-Coloque la cabeza del cepillo junto a los dientes y las puntas de las cerdas, en un ángulo de 45 grados con la línea de la encía.
2.-Mueva el cepillo de atrás hacia adelante, aplicando movimientos cortos y frotando varias veces en el mismo lugar.
3.-Mantenga el ángulo de las cerdas contra la línea de la encía mientras cepilla las superficies interna y externa de cada diente.
4.-Cepille las superficies de masticación con las cerdas en sentido vertical.
5.-Limpie las superficies internas de los dientes de adelante inclinando el cepillo de manera vertical y realizando varios movimientos de arriba hacia abajo con la parte anterior del cepillo.
6.-Finalice con el cepillado de la lengua, lo cual ayuda a quitar las bacterias de la boca.