Las mujeres siempre esperan una llamada por teléfono de su hombre avisando que llegó sano y diciéndoles: "Te extraño".
Las mujeres tienen cualidades especiales. Se ofrecen para las causas buenas, son voluntarias en hospitales, llevan comidas a los necesitados.
Ellas trabajan como niñeras, amas de casa, abogadas y solucionan disputas entre niños y vecinos. Usan trajes, vaqueros, uniformes y minifaldas.
Las mujeres recorren largos caminos para conseguir la mejor escuela para sus hijos y la mejor atención para la salud de su familia.
Ellas no aceptan un "no" como respuesta, cuando están convencidas que hay una solución.
Las mujeres escriben una carta de amor a su hombre y saben pedir perdón y perdonar. Son inteligentes y saben de su poder, sin embargo, saben usar su lado suave cuando quieren conseguir algo.
Las mujeres se alegran o lloran cuando se enteran de un nacimiento o matrimonio. Saben que un abrazo, un beso y un "te amo" puede sanar un corazón roto.
Una mujer puede lograr, que una mañana, una tarde o una noche romántica sean inolvidables.
Las mujeres vienen en todos los tamaños, colores y formas; viven en casas, cuartos, cabañas. Tienen mucho que decir y mucho que hablar.
La belleza de la mujer no esta en la ropa que lleve, la figura que tenga o la forma en que se peine.
La belleza de una mujer debe verse en sus ojos, a través de ellos, porque es la puerta a su corazón, el lugar donde el amor reside. También se refleja en su alma.
Es el cuidado que ella le da a la pasión para estar con el que ama a quien se entrega inocentemente.
Es el cuidado que ella le da a su amado cuando está enfermo o cuando le prepara una taza de té en las noches de invierno.
La belleza de una mujer, con el paso de los años, crece hasta el infinito.