Por eso Josep Mascaró -el abuelo centenario- existe realmente, vive en su masía de Baleares y tiene 102 años; la pequeña Aitana acababa de nacer en un hospital de Madrid, y el avión de Air Europa volaba, como hace varías veces al día, su ruta regular entre Palma y la capital de España.
Los tres elementos se coordinaron durante la producción del spot para que la grabación tuviera lugar "en tiempo real" y poder transmitir así al espectador toda la emoción de un momento tan especial: el encuentro de un hombre en el extremo final de su vida con una criatura recién nacida.
Para ello hubo que reservar varios vuelos en días sucesivos, esperando el alumbramiento de la pequeña Aitana, que finalmente tuvo lugar el pasado 13 de febrero. Ese día, a bordo de un avión Boeing 737-800 de Air Europa, el hombre más anciano de España embarcó hacia Madrid junto con un equipo de filmación de 15 personas. Las escenas adicionales se rodaron en el aeropuerto de Palma mientras otro equipo grababa en Madrid la secuencia del hospital.
El resultado es una pequeña joya cinematográfica. cargada de emoción, que toca suavemente los sentimientos del espectador con un mensaje de optimismo: "Hay quien te dirá -musita el anciano- que a quién se le ocurre llegar en un momento como este, que hay crisis… Yo viví -continúa- momentos peores que éste y, al final, de lo único que te vas a acordar es de las cosas buenas".
José María Hoyos, subdirector general de Air Europa, asegura "compartir al cien por cien" el mensaje del spot porque "refleja una visión positiva de la vida, llena de esperanza y con personas del mundo real. Por eso Air Europa se siente muy satisfecha de ser la compañía elegida por Josep Mascaró para poder decirle a la pequeña Aitana que, a pesar de la crisis, la vida está llena de buenos momentos. Y que merece la pena vivir".