La verdad es la siguiente: cuando el aceite de calienta genera una gran cantidad de moléculas tóxicas para el cuerpo humano, algunas cancerígenas, las cuales se asocian fácilmente a la grasa.
Al bajar la temperatura del aceite utilizado en la cocina éste se enfría y en la cocción, los alimentos (sobre todo sin son de origen animal) liberan parte de su grasa saturada al medio externo.
RECOMENDACIONES:
Intente cocinar en sartenes adecuados, pues los que están quemados (esos negros) retienen la grasa, formando una placa negra alrededor de la superficie metálica y los alimentos se llenan de radicales libres y mayor cantidad de colesterol LDL o malo, causando así un riesgo mayor de formación de placa en las arterias y poniendo en riesgo nuestra salud cardiovascular.
Si se utilizan sartenes que contengan superficie o revestimiento de teflón, usted ahorrará, pues utilizará solo la cantidad de aceite necesario.
No cocine con abundante aceite, cocine con la cantidad exacta de aceite, no lo reutilice ni mucho menos guarde la sartén con otro que ya utilizó (típicamente en el horno).