Tony es fruto del matrimonio que conformaron los señores José Ángel Meléndez Escoto y Sara María Rodríguez, a quien durante su segundo embarazo le indicaron un medicamento para combatir las náuseas y esto trajo consecuencias devastadoras para la criatura que albergaba en su vientre: nació sin brazos.
Ante esta situación, sus progenitores deciden trasladarse a los Estados Unidos, en busca de los tratamientos y atenciones adecuadas para paliar la minusvalía de su hijo. Sin embargo, su padre no soportó la nueva situación familiar, pues dejó un prestigioso y bien remunerado puesto como ingeniero agrónomo y tuvo que dedicarse a limpiar suelos y laborar como peón en una nación extranjera. Esta situación lo convirtió en víctima del alcoholismo, hasta que una cirrosis hepática acabó con su vida, siendo Tony aún un adolescente.
UNA VIDA NORMAL:
Tony jugó fútbol y no tuvo limitaciones durante sus estudios. Fue su padre quien le dio sus primeras lecciones de música y la vieja guitarra española que perteneció a su progenitor es uno de sus más preciados tesoros.
Siempre detestó sus brazos artificiales y en más de una ocasión los tiró a la basura. Hoy está felizmente casado y asegura que su esposa y sus dos hijos son su mayor inspiración. Radica en los Estados Unidos, en la ciudad de Branson MO, donde lleva una ocupada agenda de conciertos, charlas motivacionales que han sido acompañadas de la redacción de un libro: "A Gift Of Hope" ("Un regalo de esperanza"), escrito en inglés, hoy traducido al castellano.
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GRAN ARTISTA:
Es famosa su interpretación ante 6.000 jóvenes en el Universal Amphitheater de Los Ángeles, el 15 de septiembre de 198, para el Papa Juan Pablo II. Después de que Tony terminara de interpretar el tema "Never be the same", el Papa sorpresivamente saltó del escenario, se acercó a la plataforma donde se encontraba lo besó y lo felicitó.
Las palabras del Santo Padre fueron las siguientes: "Tony, eres verdaderamente un joven muy valiente. Estás dando esperanza a todos nosotros. Mi deseo para ti, es que continúes dando esperanza a toda la gente".
Desde ese momento no ha descansado, ha viajado a través de los Estados Unidos y a más de 30 países alrededor del mundo, compartiendo su música y hermoso testimonio vida y fe.
UN SER GRANDIOSO:
Tony Meléndez es un ser grandioso, quien a pesar de sus limitaciones ha podido vencer todas las adversidades y demostrar que cuando se quiere todo puede lograrse, si se posee fe, fuerza de voluntad y arraigo espiritual. Asegura que es feliz, y que el secreto de su felicidad reside en Dios.