. Algodón o lino: Empapa con polvo talco la mancha y déjala un buen rato, hasta que se absorba totalmente. Luego lava la prenda con agua y jabón.
. Alfombras: Cuando le caiga aceite a una de tus alfombras, lo mejor es cepillarlas con un poco de aguarrás y posteriormente aplicar algún producto específico, pues con esto garantizas que quede en mejores condiciones.
. Alfombras: Cuando le caiga aceite a una de tus alfombras, lo mejor es cepillarlas con un poco de aguarrás y posteriormente aplicar algún producto específico, pues con esto garantizas que quede en mejores condiciones.
. Maderas: Para eliminar el aceite de la madera lo ideal es emplear directamente un paño con aguarrás si se tratara de madera natural o si fuera barnizada se utilizaría un poco de amoníaco.
. Maderas: Para eliminar el aceite de la madera lo ideal es emplear directamente un paño con aguarrás si se tratara de madera natural o si fuera barnizada se utilizaría un poco de amoníaco.
. Pieles delicadas y terciopelo: En este caso, aplica sal sobre la mancha y deja pasar algunas horas, hasta que se seque. Luego procede a cepillar, con gran cuidado, primero en la misma dirección del pelo y luego en la opuesta
. Pieles delicadas y terciopelo: En este caso, aplica sal sobre la mancha y deja pasar algunas horas, hasta que se seque. Luego procede a cepillar, con gran cuidado, primero en la misma dirección del pelo y luego en la opuesta
. Pisos de cerámico: Lo único que tienes que hacer es empapar la marcha con detergente y dejarlo actuar algunos minutos antes de limpiar con agua.
. Pisos de cerámico: Lo único que tienes que hacer es empapar la marcha con detergente y dejarlo actuar algunos minutos antes de limpiar con agua.
. Pinturas lavables de pared: Te recomendamos aplicar con una esponja un poco de agua, detergente y amoníaco. Para concluir la limpieza utiliza agua solamente.
. Pinturas lavables de pared: Te recomendamos aplicar con una esponja un poco de agua, detergente y amoníaco. Para concluir la limpieza utiliza agua solamente.
. Seda: Ponla a remojar en un recipiente con agua tibia, jabón líquido y un chorrito de amoniaco. La cantidad suele ser de una cucharada de amoniaco por libro de agua, más o menos, después lave la prenda de nuevo para eliminar el amoniaco y para que el tejido recupere su suavidad natural.
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