Según una publicación en el periódico local Diario Libre, el doctor José Brea del Castillo, vicepresidente de la entidad, citó también el taparse la boca al estornudar, utilizando el antebrazo y en caso de usar las manos para cubrirse la boca, lavarlas de inmediato.
En caso de gripe, evitar besar a otras personas, no tocarse los ojos y no introducirse los dedos en la nariz. El galeno recomendó vacunarse contra la influenza estacionaria. Otras recomendaciones son no visitar centros comerciales, iglesias, teatros, escuelas, ferias, cines, universidades y sitios públicos en general, mantenerse en sus casas ingiriendo suficiente líquido, aislado de las personas con que habita si se tiene el riesgo de esta influenza porcina.
También deben limpiarse con frecuencia las superficies que pueden contaminarse con secreciones respiratorias.
Dijo que los síntomas son fiebre superior a los 38 grados, tos y malestar en general, vómitos, diarreas, alteraciones de la conciencia y dificultad para respirar. El que sienta estos síntomas debe acudir al médico. En cuanto a los enfermos, recomendó que las personas que atienden en su casa a un enfermo, deben lavarse bien las manos con agua y jabón antes y después de asistir al agripado, cubrir boca y nariz con mascarilla, además de mantener bien aislados los utensilios de uso personal, como son vasos y cubiertos. La entidad incluye desinfectar el piso donde se encuentre el enfermo.
Sobre la enfermedad
La gripe porcina es una enfermedad que afecta especialmente a los cerdos y es conocida también como influenza porcina o gripe del cerdo. Es una enfermedad infecciosa causada por cualquier virus perteneciente a la familia Orthomyxoviridae por lo que es endémica en poblaciones porcinas.
Los síntomas de la enfermedad son muy parecidos a los de la gripe común, figurando dolor de garganta, escalofríos, dolores musculares, fiebre alta seguida de fiebre moderada, mucosidad nasal, estornudos, fuertes dolores de cabeza, tos seca, cansancio, conjuntivitis y malestar general, como las principales percepciones médicas vinculadas con ésta.
Prevención
Las medidas de prevención adecuadas contra las diversas formas de gripe son las que buscan evitar la transmisión —como el aislamiento, o el uso de mascarillas— y las vacunas, que preparan el sistema inmunitario para resistir la infección cuando ésta se produce. Las distintas cepas de la gripe, incluida la gripe estacional común, son suficientemente distintas como para que la vacuna contra una no sea efectiva contra otras; la que se ha estado administrando para la gripe estacional no tiene ningún valor preventivo frente a la gripe porcina de 2009. Después de la crisis de gripe aviaria de 2005, los organismos internacionales y los sistemas sanitarios se prepararon para abordar el desarrollo y producción de vacunas específicas con que afrontar sin demoras una posible pandemia.
El uso de antibióticos, aunque puede ser apropiado a veces —sólo en caso de infección simultánea con bacterias y bajo indicación médica— no tiene ningún valor preventivo, y sí los inconvenientes característicos del abuso de antibióticos: probable desarrollo de sensibilidad por el paciente, lo que anula la utilidad futura del tratamiento, y estímulo al desarrollo evolutivo de resistencia por las bacterias.
El tratamiento sintomático es el propio de las gripes, basado principalmente en analgésicos. Sin embargo hay que tener en cuenta que en niños y adolescentes se considera contraindicado el uso de aspirina (ácido acetilsalicílico) en caso de infección severa por los virus A o B de la gripe (el brote de gripe porcina de 2009 es de tipo A) o por el virus de la varicela, por el riesgo de que se produzca un cuadro poco común pero grave llamado síndrome de Reye; para los pacientes de menos de 19 años se recomienda por ello el uso de analgésicos alternativos.