Robert Pattison revela sus intimidades

Ninguna estrategia es desdeñable cuando se trata de alcanzar la cima. "Creo que el cine es la mejor forma de educación en masa. Y tengo grandes objetivos, aunque todavía no estoy seguro de cuáles son. Voy a sonar como un idiota hablando de mis deseos, pero soy una persona muy ambiciosa. Muy ambiciosa".

Pattinson reconoce que nunca se peina: "Jamás. De pequeño, mi padre solía peinarme para ir a la escuela, y lo odiaba tanto… Cuando me hice mayor para peinarme solito, ya nunca lo hice".

La obsesión por la apariencia de Robert es congénita en la familia Pattinson. Hasta que cumplió 12 años, sus hermanas lo vestían de chica y lo llamaban Claudia. "Sí, bueno, eso suena un poco más extremo de lo que era en realidad".

Arqueamos ceja y pasamos a hablar de sus referentes fílmicos. Aunque admira a actores como Ryan Gosling o Romain Duris, Pattinson señala a Jack Nicholson como espejo en el que mirarse, porque "cambia de registro a su antojo y sin esfuerzo".
Dentro de la entrevista el actor confiesa alguna de sus vivencias durante su trabajo.

"Mientras rodábamos en Barcelona había una chica que siempre me esperaba. Tuve una semana libre y como no conocía a nadie en la ciudad hablé con ella. Era muy simpática y bastante guapa. Parecía normal. Le pregunté por qué estaba siempre ahí, y me contestó que quería invitarme a cenar en el restaurante de sus padres".

Jugada maestra. ¿O estaca clavada en el corazón? "Ella me invitó, ¡pero me hizo pagar a mí! Vale que era el restaurante de sus padres, ¿pero quería una propina o qué? (Risas). Por si fuera poco, se aburrió tanto conmigo que nunca volvió. Quizá sólo me quería por el dinero".

Robert Pattinson estrena este viernes 'Sin límites', donde encarna a  el personaje de  Salvador Dalí pos-adolescente.  El filme, está dirigido por Paul Morrison,  y  aborda la trémula juventud de Lorca, Buñuel y el propio pintor catalán en los años de la Residencia de Estudiantes.

En una entrevista ofrecida a Elmundo.es,  el actor confesó algunos secretos  sobre su vida y su fama.  Rob,  que luce en perfectas condiciones físicas y que se caracteriza por sus exquisitos modales, elige con escrupuloso cuidado  cada palabra que sale de su boca.