Muchas plantas de interiores difieren en sus requisitos culturales específicos, pero a continuación le presentamos algunos consejos generales para mantener las suyas saludables.
Adecue las plantas a las condiciones de iluminación. Generalmente, ésta es la parte más difícil del cultivo de plantas de interiores, en especial para los principiantes, pues las plantas de interiores varían en sus requisitos de iluminación. Algunas prefieren la luz intensa que se encuentra junto a una ventana con orientación sur. Otras se desarrollan en la luz tenue de la mañana de una ventana con orientación este. La distancia desde la ventana también afectará la intensidad y la calidad de la luz. Y para complicar más la situación, la intensidad y la distribución de la luz en su hogar u oficina variarán con las estaciones.
De lo que no cabe duda, todas las plantas de interiores se desarrollarán mejor con un poco de luz del exterior. Algunas necesitan menos luz que otras. No obstante, cuanto más adecue las plantas a las condiciones de iluminación en el lugar donde crecen, más felices estarán usted y sus plantas.
Sus plantas también le indicarán si están recibiendo mucha o poca luz. La luz excesiva generalmente torna el follaje de un color verde apagado a amarillento y es posible que las hojas también se marchiten aunque la planta tenga abundante cantidad agua. Si las plantas no reciben la luz suficiente, se tornarán muy altas y finas y menos compactas.
Utilice tierra orgánica de calidad. La tierra orgánica adecuada (en los recipientes nunca utilice la tierra habitual para jardines) propicia las raíces saludables al proporcionar un equilibrio de aireación correcta, nutrición y capacidad de retención de la humedad. Los viveros y centros comerciales para el jardín cuentan con una excelente selección de tierras orgánicas envasadas.
Riegue adecuadamente. Como todas las plantas en recipientes, las plantas de interiores necesitarán riego frecuente. Irrigue minuciosamente, de esa manera se moja todo el cepellón y el agua excedente se escurre por el fondo de la maceta.
No deje el agua estancada en la bandeja recolectora por más de uno o dos días. De lo contrario, puede propiciar las enfermedades de las raíces. Deje que el suelo se seque de forma parcial antes de regar nuevamente.
Para controlar la humedad del suelo, introduzca un dedo a dos pulgadas (5 centímetros debajo de la superficie del suelo Si está seco, probablemente sea hora de regarlo. Además, puede darse cuenta del grado de sequedad de la planta al levantar la maceta. Será pesada después del riego y mucho más liviana cuando se seca. Para evitar que se acumulen las sales en el suelo, riegue intensamente (volviendo a llenar el recipiente cuatro o cinco veces) en especial una vez por mes o cada dos meses. Para realizarlo con mayor facilidad, coloque la planta en un fregadero o llévela al aire libre.
Fertilícelas: Como todas las cosas vivientes, las plantas deben recibir nutrimentos para sobrevivir. Además de la luz y agua, necesitan una dieta regular de minerales y otros elementos. No importa lo buena que sea la tierra, los nutrimentos que posee son consumidos por las plantas que crecen en ella. Pasto, flores, árboles e incluso la maleza compiten por absorber los nutrimentos. Al aplicar regularmente un fertilizante especial a sus plantas, usted abastece de nuevo esos nutrimentos, y así las plantas pueden continuar creciendo y produciendo follaje, flores y frutos.
Control de plagas: Los insectos, como escamas y moscas blancas, pueden ser un problema en los interiores. Es muy importante vigilar las hojas, el envés, los tallos, botones y flores para detectar la presencia de posibles plagas, especialmente en el calor la mosquita blanca y otros. Existen diversos tipos de insectos que viven de alimentarse de las hojas y / o de las raíces; unos son masticadores y otros son succionadores de savia, en ambos casos es mejor prevenirlos y en su caso exterminarlos. Los daños que las plagas provocan impiden el crecimiento, el sano desarrollo, la floración y / o la fructificación y aún provocan la muerte de las plantas. Utilice un insecticida adecuado.
Aumente la humedad y evite las corrientes de aire. Las condiciones de los ambientes interiores pueden ser secas y con corrientes de aire. Mantenga las plantas alejadas de los conductos de ventilación del calefactor, puertas o ventanas que producen corrientes de aire. Para aumentar la humedad, coloque las plantas en bandejas con capas de pequeñas piedras y llenas de agua. O ubíquelas en áreas naturalmente húmedas como la cocina o el baño (pero sólo si hay luz adecuada). Rociar las plantas aumenta la humedad sólo de forma temporal y es de poca ayuda. Además, puede aumentar las posibilidades de enfermedades del follaje.
Mantenga el follaje limpio. El polvo que se acumula en las hojas de las plantas de interiores obstruirá la luz y albergará insectos. Para limpiar las hojas, páseles un paño húmedo o, en las áreas con inviernos suaves, lleve las plantas al exterior y riéguelas.