El descubrimiento se le atribuye a los Científicos de la New York University School of Medicine quienes han identificado los factores que causan el cáncer inflamatorio de mama (CIM), una forma mortal y muy rara de crecimiento de este tipo de cáncer.
El Cáncer Inflamatorio de Mama, frecuentemente confundido con otros problemas médicos menores, como un sarpullido o una infección en la mama, lo que en muchos casos impide una detección temprana del mal.
A diferencia de otras neoplasias de mama que se presentan como un bulto, los síntomas de este cáncer son únicos e incluyen rojez, hinchazón, calor en el pecho, piel rojiza, morada o con moretones, y piel con protuberancias o con marcas como la piel de una naranja.
Otros síntomas pueden ser ardor, dolor, sensibilidad a la presión, un aumento en el tamaño de la mama y pezón invertido.
Todos los aspectos del tratamiento de esta dolencia -incluso la estadificación, el diagnóstico y la terapia- son totalmente diferentes de los otros tipos de cáncer de mama.
Se trata de una enfermedad extremadamente maligna, que representa entre el 1 y el 2 por ciento de los tumores de mama invasores diagnosticados en los países desarrollados, detectándose con más frecuencia en mujeres de entre 45 y 55 años de edad.
La tasa de supervivencia promedia cinco años después del diagnóstico es aproximadamente del 40 por ciento.
El equipo de la universidad estadounidense dirigido por el profesor Robert Schneider descubrió que aunque el regulador de la proteína eIFG4GI no afectaba a la totalidad de la producción del resto de proteínas, sí derivaba en mayores niveles de los reguladores de adhesión de las células E-cadherina y p120 catenina.
Se calcula que un 50% de los casos de cáncer en el mundo no están relacionados al estilo de vida, y hay muy poco que la gente pueda hacer para evitar la enfermedad en esas circunstancias.
El desarrollo del cáncer incluye una serie de complejos mecanismos que se relacionan a la formación genética de una persona y su exposición a ciertos riesgos.
Pero los expertos afirman que el entendimiento de lo que causa el cáncer es esencial para poder detectar la enfermedad, tratarla con éxito y en ciertos casos, prevenirla.