El actor inglés pudo ser captado por las cámaras de los paparrazi conversando con los infantes muy amablemente, aunque al parecer no estaba dando un buen ejemplo pues se dejó ver de los pequeños con un cigarrillo en la boca.
El actor dio un paseo en una bicicleta por el parque de la ciudad newyorkina y se encontró con algunos inocentes con quienes se detuvo a conversar sin pensarlo dos veces.
Luego de terminarse su inseparable encuentro con un cigarrillo, arrojó la colilla en la cabeza de la estatua del Conejo Blanco de "Alicia en el País de las Maravillas".