Ana María Pellerano y Odalis Rojas condujeron el contenido de la misma por la visión del reconocido filósofo contemporáneo Stephen Covey, que en su libro del mismo nombre intenta de manera sabia y bien intencionada ayudar a generar un sentimiento de esperanza ahora y por siempre en la mente y el corazón y a desarrollar esta tres cosas que le permitirán junto a su familia, mantenerse en el camino, "el plan de vuelo", hacia el crecimiento y la felicidad.
Estas tres cosas según las expertas son: Una visión clara de su destino: Crear una visión que comparta toda la familia. Cuando el destino es claro, puede regresar al plan de vuelo una y otra vez. Un Plan de vuelo: El desafío ha cambiado. El deseo de crear una familia sólida no es suficiente. Todo lo que se necesita es un marco básico de principios fundamentales que pueden aplicarse en cualquier situación. Una brújula: Usted es la fuerza creativa de su propia vida y, a través de su ejemplo y liderazgo, puede convertirse en una fuerza creativa y agente de cambio en su vida familiar. La manera en que viajamos es tan importante como adonde llegamos.
Pellerano y Rojas disertaron sobre la realidad del enfoque latinoamericano y los retos que hoy por hoy tienen los padres al buscar a sus niños al colegio y cerrar las puertas de su casa, y confrontar con la visión de qué clase de individuo se quiere formar y en qué clase de sociedad queremos que viva.
Incorporando estos principios en las familias en la vida diaria, mediante actividades, reuniones y juegos, se contribuye a desarrollar un espíritu de comprensión, apoyo y entusiasmo en cada uno de sus miembros, afirmaron las expositoras.
Los siete hábitos de la familia altamente efectiva:
Hábito No.1. Ser Proactivo
Es la habilidad de actuar con base en principios y valores más que reaccionar con base en la emoción o las circunstancias. Ante una situación frustrante, es necesaria una pausa, evitar actuar impulsivamente o perder los estribos, esforzarse por lograr perspectiva y control.
Hábito No. 2 Comenzar con el fin en la mente
"Sin una visión las personas caducan". Definir qué clase de familia realmente quieren ser e identificar los principios que le ayudarán a lograrlo, le darán el contexto necesario para las demás decisiones que tome.
Hábito No. 3 Poner Primero Lo Primero
Cuando los hijos se sienten amados, realmente amados, pueden triunfar. La familia es donde se desarrolla el armamento moral de las personas. Los hijos aprenden las lecciones más importantes no de los programas de televisión, sino de una familia amorosa que comparte con ellos.
Hábito No. 4 Pensar Ganar-Ganar
Un buen matrimonio y una buena familia requiere servicio y sacrificio. Lo más difícil del matrimonio o de tener hijos es que cambia todo el estilo de vida. A nadie le gusta perder, especialmente en relaciones familiares cercanas. Pero tradicionalmente nos metemos en las situaciones con una mentalidad Ganar-Perder. Y la mayoría del tiempo ni siquiera nos damos cuenta de ello.
Hábito No. 5 Buscar primero Entender-Luego ser Entendido
Las personas percibimos el mundo a través de nuestro par de anteojos, es decir, con base en nuestros antecedentes únicos y experiencias de acondicionamiento, anteojos que re-crean nuestro sistema de valores, nuestras expectativas, nuestras suposiciones implícitas: sobre cómo es el mundo y cómo debería ser. Entendiendo las diferencias entre las personas, podemos tomarlas en cuenta y ajustar nuestras expectativas de acuerdo con ellas.
Hábito No. 6 Crear y Vivir en la Sinergia
Es la suma de todos los hábitos. Es una situación en la cual uno más uno es igual a cuando menos tres. Es el nivel más alto, más productivo y más satisfactorio de la interdependencia humana. La clave es aprender a valorar, incluso celebrar, las diferencias. Las mismas diferencias le permiten lograr mucho.
Hábito No. 7 Afilar la sierra
Afilar la sierra significa atender, regular y consistentemente la renovación en todas las cuatro dimensiones de la vida. Hay muchas formar que en cada individuo y su familia pueden involucrarse en la renovación de afilar la sierra, tanto independiente como interdependientemente. Realizar actividades juntos como hacer ejercicio, leer juntos, los miembros de la familia que rinden culto y dan servicios juntos, fortalecen la fe del otro así como la propia. Cuando se da este tipo de actividades renovadoras, que forma relaciones y afilan la sierra, se mejora toda la dinámica de la cultura familiar.