Fue mucho lo que tuvimos que buscar, pero también fue una de las mejores experiencias, ya que nos dimos cuenta que, aunque somos del mismo país, tenemos costumbres diferentes.
Pero vamos por parte. Los dominicanos nos damos cuenta que las navidades están por llegar cuando encendemos la radio y escuchamos "Cima Sabor Navideño", y desde ese momento se nos entra una alegría y un deseo de celebrar que ni hablar.
No lo nieguen, desde que esta celebre frase aparece en las ondas radiales, los sancochos están a dos manos y los adornos navideños comienzan aparecer como por arte de magia.
Otra tradición que anuncia la llegada de estas festividades, son los famosos charamicos de la Churchill. El que diga que nunca tuvo un charamico en su casa, habla mentiras. Desde que estos comienzan a aparecer, ya se puede decir que llegó la Navidad.
Claro está, que como el dominicano no es ni tonto ni perezoso, acompañando al charamico están los venados, las coronas, las carretas, entre un sinfín más de creaciones, pero todas a base de palos. Nada mal para ganarse el moro.
No sabemos porqué, pero nosotros los dominicanos tenemos que pintar nuestra casa en estas fechas. Eso sí es parte de la tradición navideña, sin importar de qué status social seas, siempre se pintan las casas para navidades. O sea que si no lo ha hecho, todavía está a tiempo para hacerlo.
Desde que sopla la primera brisa, estamos todos sacando los abrigos y hay algunos que hasta turtle necks se ponen, con la esperanza de que algún día haga frío, y por supuesto no se puede quedar la frase que dice "ya se siente la brisita navideña".
El angelito es otro tema. Cuando nos venimos a dar cuenta estamos participando en tres y cuatro al mismo tiempo, donde, por cierto, siempre hay un chistoso que deja los llamados diablitos, que le dan el toque maquiavélico al asunto.
No podemos dejar afuera la invasión de agendas. Todos los que quieren agradarte con un detalle te compra una agenda, y al final del mes no tienes idea de lo que harás con todas ellas. Te regala la empresa, el angelito, el compañero, el jefe, todos coinciden con la agenda 2009.
Nuestro gobierno también hace lo suyo. Empiezan a pintar todos los contenes de la ciudad y decoran el obelisco macho del Malecón, que es otra tradición dominicana, llevar a los niños a ver el nacimiento viviente que colocan en este monumento capitalino. Ya se imaginan las largas filas que se hacen, al igual que parquean sus carros para disfrutar de todo lo que se lleva a cabo en nuestro Malecón.
También están los concursos. Hay compañías que le dan dinero al barrio que esté mejor decorado, y como se imaginarán, la imaginación del dominicano vuela.
Da gusto ver como todos trabajan en equipo para logarar alcanzar ese galardón. Hacen arboles de Navidad de funditas de helado, guirnaldas de latas de salsa de tomate y arcos con tubos pvc, llenos de bombillitos.
Creo que todos saben que nosotros los dominicanos no necesitamos excusas para celebrar, pero hay algo diferente en las navidades. Todos los días hay un encuentro. Si no es el angelito, es un sancocho o unas mañanitas, lo importante es juntarse.
Y ya que llegamos al tema de las mañanitas, esta es la mejor manera de celebrar la llegada de la Navidad y de compartir. Esto se ve mucho aquí y mucho más en esta temporada de fiestas.
También están los que salen a cantar villancicos en búsqueda de sus chelitos. No es raro ver un trío pararse en la galería de su casa a tocar, con la esperanza de que le darán algo.
Ahora, lo que más esperamos todos en navidades, es el doble sueldo. Desde enero estamos contando con ese dinero y planeando cómo lo vamos a gastar, y ni hablar, desde que entra diciembre comienzan las especulaciones de cuándo es que lo van a dar.
Junto con el doble están las bonificaciones, y una vez más las especulaciones de cuánto es que van a dar y de cuándo podremos contar con ese dinero, todo para gastarlo en dos días.
Otro indicio de que llegó la Navidad es cuando los choferes de los carros públicos aumentan sus pasajes, una verdadera injusticia, pero una gran realidad en nuestro país.
Algo que no puede quedarse es la compra de la ropita nueva para las fiestas. Las tiendas se llenan y, claro está, nosotras las mujeres somos las primeras que estamos en ellas, buscando nuestros atuendos. Las que no encuentran nada que le gusta, siempre buscan en las revistas algún traje que llevara una personalidad internacional e inmediatamente se lo llevan a la costurera para confeccionárselo.
Ahora, lo más tipico de las navidades son las llegadas en el aeropuerto. El que no ha ido a ver este acontecimiento, debería de hacerlo este año, para que sepan de qué hablamos.
Desde que ponemos un pie en el aeropuerto de nuestro país, se siente la alegría de aquellos que se han trasladado hasta allá para recibir a un ser querido. Allí se dan cita todos los que quepan en una camioneta.
Cuando sale el pariente esperado se arma una algarabía increíble. Lo mínimo que llevan allá es un perico ripiao para que los que llegan sepan que llegaron a su tierra. Entre abrazos y risas, siempre aparece el potecito.
Otra manera de darnos cuenta que estamos en Navidad, es cuando las grandes tiendas comienzan a decorar. Este es el indicio final de que la epoca navideña está aquí y las decoraciones que allí se ven son impresionantes.
Cuando entra diciembre comienzan a llegar a las empresas las famosas canastas navideñas con detalles espectaculares, como vinos, quesos, embutidos, frutas y mil delicias más, como manera de agradecer.
Los puestos de frutas. Para los que son asiduos de la Duarte, desde que sacan las manzanas, uvas, peras, y demás delicias, esta es otra señal de que arrivó la Navidad..
Hablemos de la cena. Como decíamos, somos del mismo país pero tenemos muchas costumbres diferente entre nosotros mismos y haciendo este reportaje nos dimos cuenta de esto. Por ejemplo, hay muchos que celebramos la cena con un rico puerco en puya, mientras otros lo hacen con pavo y pollo.
Lo cierto es que para esta epoca, comemos mucho y continuo. La típica cena es puerco en puya, moro de guandules, ensalada, pasteles en hojas, que dicho sea de paso solo se comen en esta época y no sabemos porqué. Frutas, telera, que también es símbolo de la Navidad, pastelitos y un bizcocho navideño, malo como él solo, pero hay que comérselo. Claro está, que lo que sobra se queda para el día siguiente.
Durante esta cena ocurren muchas cosas típicas de estas fechas. Está el tío que no bebe y ese día se la mata, invitándote a bailar aunque le digas que no.
Las confesiones amorosas. Siempre hay uno que se te acerca y te dice que desde hace mucho está enamorado de ti y no se atrevía a decírtelo.
Otro acontecimiento son las trifulcas. Desde que llegas a un bar o discoteca, siempre te encuentras un inconveniente entre dos que eran amigos, pero que por algún motivo, decidieron pelearse por el amor de una chica que acaban de conocer.
Ni hablar de como se ponen los salones de belleza en estas fechas, porque toda mujer coqueta, quiere recibir el año renovada, llevándose del refrán que dice: "Año nuevo, vida nueva".
No se nos puede olvidar las veladas escolares. Esas en que nuestros hijos interpretan la llegada de Jesús al mundo y cantan un sinfín de canciones navideñas.
Algo muy dominicano y que pasa mucho en navidades, es el "dame lo mío". Todos los que, durante el año nos han brindado un servicio, nos piden "lo de ellos" para estas fechas, con sus sobrecitos y todo.
Están los fuegos artificiales que son un símbolo de la Navidad en nuestro país y con ellos llegan las horribles historias de niños quemados y casas destruídas.
Uno que no falta es el amigo que está amargado. Siempre hay uno que acaba de terminar con su pareja y aunque quiere estar en todos los lugares, siempre termina en una esquina llorando.
Hay tantas cosas, que identifican a la Navidad Dominicana, que no vamos a tener espacio, o sea que voy a resumir. La canción navideña por excelencia es "Llegó Juanita" porque no hay nada más cierto que en estas fechas llega una tía del extranjero que juraba que nunca más pisaba este país, pero ahí está. También los coquitos, las gomitas, los lerenes y el pan de fruta son los reyes de las cenas familiares.
Muchos son los que, en estas fechas en que se siente un clima un poco más fresco, preparan su té de jengibre y lo disfrutan junto a la también tradicional fogata y, por supuesto, muy bien acompañados.
Y desde que entra octubre, arranca la temporada de Béibol Invernal. ¿Saben lo que quiere decir esto verdad? Comienzan los pleitos entre los liceístas y aguiluchos y, por supuesto, ahí está el escogidista del grupo augurando que esta será la temporada roja. En las calles comienza la venta de cachuchas, las calcamonías que dicen "Aguilucho desde chiquitico", las banderas y hasta de sirenas que son parte esencial de este deporte en nuestro país.
No olvidemos. No podemos olvidar cuando se celebraba "Navidad pal' pueblo" en el Centro Olímpico, el tiro que tira el vecino en año nuevo, las excusas de los novios cuando se van con los amigotes, la Misa del Gallo, el amigo que nunca ha bebido, pero decide hacerlo en estas fechas, dando tremendo show, los amaneceres en el Malecón, la vecina que sale vestida de amarillo con una maleta a darle la vuelta a la cuadra para dizque viajar ese año, la soga que ponen algunos en los barrios para que el que pase por ahí tenga que pagar, el ponche en todos los lugares que visitamos, los 30 deseos el 31 de diciembre y por supuesto, la fiesta de Telemicro.