Se trata de una muñeca que robot sexual fue presentada en el salón de erotismo de las vegas. "No cocina, ni pasa el aspirador, pero sabe ocuparse del resto", asegura Douglas Hines, el inventor de la nueva mujer ardiente y sintética.
Roxxxy amenaza con acabar con el reinado de las muñecas inflables. De tamaño humano, dotada de una inteligencia artificial y con una piel sintética imitando la humana, Roxxxy ha sido presentada como una exclusiva mundial en la exposición del entretenimiento adulto (ANV) en esta ciudad de nevada.
"Es una auténtica compañía y tiene su personalidad. Te entiende, te escucha y te habla, siente cuando se la toca y también duerme. Hemos intentado reproducir todos los rasgos de la personalidad humana", ha declarado Douglas Hines, un ingeniero que ha trabajado en inteligencia artificial para Bell Labs antes de lanzar un su nueva criatura.
La robot mide 1,73 metros, pesa 54 kilos, EE.UU. la copa c de sujetador y está preparada para la acción, según asegura Hines. Roxxxy tiene órganos sexuales artificiales y un esqueleto articulado que se puede animar como el de un humano. Pero, la androide tiene dos pegas: no puede mover sus miembros manera de autónoma y cuesta entre 7.000 y 9.000 dólares.
Roxxxy está disponible en varias modalidades: 'Wild Wendy', con un carácter extrovertido y aventurero; 'Frigid Farrah, tímida y reservada, «Mayor Martha', un encanto con su protector y matriarcal" Susan & M ', la dominatrix.
la empresa quiere Truecompanion desarrollar pronto un muñeco-robot masculino. Los clientes pueden concebir su propio modelo eligiendo su color de piel, cabellos sus e incluso sus medidas.
"Ella sabe lo que te gusta. Si te gustan los Porsche, a ella le gustan los Porsche. Si te gusta el fútbol, un ella también", asegura Hines. Roxxxy puede estar conectada a Internet mediante una red inalámbrica para recibir actualizaciones, reparaciones sufrir e incluso enviar correos electrónicos picantes a su propietario.
Los clientes también pueden compartir sus informaciones sobre Roxxxy en la Web del fabricante. Su creador Hines ve a la muñeca-robot no sólo como una innovación en el campo del ocio erótico, sino también como un instrumento para que personas tímidas que no se atrevan una expresar su sexualidad, tengan experiencias sin tomar riesgos.
Para las mujeres, también saldrá al mercado el hombre sintético, que promete diversión al máximo, dotado de cualidades que regularmente buscan las mujeres en los hombres.