En China se usan productos de la tierra como el gingseng para el mismo objetivo.
El sexólogo Ángel Ruiz dice que "no hay evidencia científica de que los alimentos tengan un poder afrodisíaco, aunque algunos sí tienen una acción estimulante como el chile, de placebo como el chocolate, formas sexuales con el plátano o crean un ambiente como los ostiones y la champaña".
La lista de alimentos que se consideran afrodisíacos es interminable, por eso sólo mencionamos algunos:
• El aguacate, plátano y el espárrago tienen fama de afrodisíacos por su apariencia similar a los órganos genitales masculinos.
• En su curiosa Guía de Afrodisíacos, la escritora Dianne Warburton incluye alimentos tan cotidianos como los huevos, el jitomate o el ajo. Aunque en este último caso mejor no lo hagas, porque seguro conseguirás uno de los más potentes obstáculos de los besos: el mal aliento.
• El chocolate, las fresas y los mariscos son alimentos muy agradables al gusto y al olfato, y por eso los más populares durante los encuentros íntimos.
• Alimentos como la miel de abeja, manzana, dátil, especias como el clavo y la canela.
• Las bebidas alcohólicas pueden ayudar a excitarte gracias a su poder desinhibido, pero si tomas en exceso conseguirás el efecto contrario.
• En otras partes del mundo, la pócima y manjar exóticos con supuestas cualidades afrodisíacas para aumentar la potencia sexual es la carne de los animales mejor dotados: en África el gorila y el rinoceronte, en Japón el tiburón, en Noruega los penes de reno.
• Es curioso, pero también existen algunos alimentos considerados como malos acompañantes del sexo o anti-afrodisíacos, como la calabaza, la sandía, la lechuga y el pepino.
Si cocinar todos estos manjares te parece demasiado complicado, no te preocupes porque tal vez sólo sea cuestión de sugestión. Pero lo que sí está comprobado es que una cena romántica estimula el deseo sexual.
Para incitar tu apetito sexual y el de tu pareja, no importa el qué sino el cómo. Es mejor una cena romántica como preludio a las relaciones sexuales y el menú es lo de menos. Crea un ambiente tranquilo con luz tenue y música de fondo, un masaje a tiempo y sobre todo una comunicación fluida. Para conseguir caer en la tentación, éstas son herramientas mucho más eficaces que cualquier alimento.