Pero, además de la enigmática y atrayente naturaleza que conserva el personaje que interpreta en Avatar, Zoe Saldana enfrasca invaluables rasgos que no solo le garantizarán el éxito en la ciudad de las estrellas; sino que también la asemejan mucho a la bella y, también, intrépida actriz inglesa, Kate Winslet.
Durante los últimos días, la película Avatar es el tema sobre lo que casi todas las personas del mundo se encuentran hablando.
Además de ser la película más cara de la historia, haber rebasado la marca del US$ billón (en tan solo 17 días), ser uno de los posibles filmes favoritos durante los próximos premios Oscar, y consolidar al director James Cameron como su propio más arduo contendor (ya que Avatar podría despojar a Titanic – 1997 – de ser la película más taquillera de todos los tiempos); esta súper producción futurística tiene un aspecto mucho más fuerte que la ha hecho un monstruo invencible: Zoe Saldana o la princesa del pueblo Na'Vi, Neytiri.
Aunque Saldana sea para muchos una actriz nueva, la bella morena es el mejor ejemplo de lo que significa trabajar varios años en pequeños roles para convertirse, después de mucho tiempo, en toda una celebridad.
Y es que su verdadero debut como actriz vino con el filme Center Stage, en el que desempeñó un pequeño rol que la llevó a actuar en películas de bajo presupuesto como Guess Who, The Terminal, y hasta junto a Britney Spears en Crossroads.
Muy similar a la carrera de Kate quien, antes de Titanic, apareció en una serie de filmes, con roles no muy trascendentales en el mundo del cine, como Sense and Sensibility, Hamlet y Heavenly Creatures, de Peter Jackson.
Sin proyectar imágenes que representan los usuales prototipos de mujeres que se ven en el glamoroso mundo Hollywoodense, Zoe y Kate tienen bellezas únicas que, las hacen muy memorables en los filmes que protagonizan.
En Titanic, y durante los años posteriores, Kate nunca dudó en mostrar su cuerpo desnudo, defendiendo sus curvas y no tan estilizado físico.
Mientras que la latina Zoe Yadira Zaldaña Nazario (de padre dominicano y madre puertorriqueña), conserva un indefinible, exótico e intrigante ‘look', una verdadera representante de la mujer latina, con todas las cualidades para convertirse en una de las primeras figuras del séptimo arte.