La actitud más adecuada es MANTENER LA CALMA, aunque sabemos que no es fácil conservarla y que el pavor nos lleva a tomar decisiones peligrosas e inútiles, como retornar nuevamente a las edificaciones en busca de algo, aún sabiendo que pueden ocurrir replicas del sismo.
¿SALGO O NO SALGO?
Eso depende del lugar en el que se encuentre. Las salidas tienen sus riesgos, especialmente si desconoce las vías de escape o no son seguras. Recuerde que si se encuentra más arriba de un segundo piso, es difícil que logre salir antes a la calle o patios antes de que termine el sismo.
Descarte los ascensores porque se pueden trabar y si se va la energía eléctrica usted puede quedar atrapado.
Ubíquese en áreas despejadas, como patios abiertos, plazas, parques, calles o avenidas; reúnase en grupos de familiares, amigos, vecinos y protejan a los niños, enfermos y ancianos.
PROTÉJASE DE LOS OBJETOS QUE CAEN
Es recomendable protegerse de los objetos que caen y salir de manera calmada cuando deje de temblar.
Un buen cojín o almohada no protege totalmente, pero es mejor que nada. Si no encuentra uno a la mano, utilice sus brazos como escudo para cubrir su cabeza.
¿QUÉ HACER ANTE EL CAOS?
Uno de los peligros que conlleva un sismo es el caos que se puede producir cuando todo el mundo trata de salir al mismo tiempo, pues esto puede provocar que se lesionen personas, quizás más que por los efectos del mismo fenómeno. Por eso, es recomendable que tratemos de generar confianza entre nuestros familiares y mantengamos la calma y la serenidad.
Si con las prácticas de desalojo se demuestra que hay posibilidades de salir de forma controlada, en un tiempo razonable, y las vías de escape son confiables; usted tiene una mayor oportunidad superar la situación de peligro hasta llegar a un sitio despejado y seguro.
Durante el plan de evacuación se debe designar previamente las personas que están en capacidad a los más vulnerables (niños, ancianos, enfermos, mujeres embarazadas, discapacitados, nerviosos, etc.).
No olvide que aunque no sea viable lograr el desalojo del lugar durante el terremoto, siempre hay que salir tan pronto sea posible, para verificar el bienestar de los habitantes, por los deterioros que la construcción haya podido sufrir, y la inminencia de las réplicas. También es preciso reunir a los presentes para organizar las labores que la situación demande.
Fuente: Rescate.com