La referida investigación, publicada en la revista especializada Pediatrics, formó parte de un análisis de mayor magnitud denominado "Juggling Work and Life During Pregnancy" financiado por la oficina de Salud Materna e Infantil (Maternal and Child Health Bureau) de Estados Unidos.
Al igual que las principales sociedades de pediatría y neonatología a nivel mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Maternal and Child Health Bureau recomienda exclusivamente la lactancia durante los primeros seis meses de vida del bebé e insta a las madres a continuar haciéndolo durante el primer año de vida, porque está demostrado que la leche materna protege contra enfermedades como la meningitis bacteriana, la diarrea y las infecciones en los oídos.
Durante los últimos años tanto la OMS como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), junto con UNICEF y la Alianza Mundial para las Acciones en Lactancia (WABA por sus siglas en inglés) han trabajado para generar redes de contención y apoyo a las mamás en su labor diaria.
Estas iniciativas cuentan con el aval de diversos médicos entre los que se cuenta el doctor Manuel Rocca Rivarola, médico pediatra, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Universitario Austral (HUA), quien al ser consultado por la revista Pro-Salud News sostuvo que "lo ideal siempre es la leche materna, y preferentemente 'a demanda'; aunque en los casos en los cuales la mamá por diversas razones no puede cumplir con esa tarea es importante que recurra al especialista para que éste indique una leche maternizada".
DATOS DEL TRABAJO:
Con el objetivo de determinar si la licencia de maternidad hace alguna diferencia para el éxito de la lactancia, la doctora Guendelman y su equipo examinaron datos de 770 mujeres que trabajaban a tiempo completo en el sur de California.
Entre las conclusiones se mencionó que quienes se desempeñaban a jornada completa y tenían licencias de maternidad cortas después del parto presentaban más probabilidades de dejar de lactar de manera prematura.
Además, se consignó que las mujeres que estaban en mayor riesgo de atravesar esta situación eran las que tenían cargos no gerenciales e inflexibles, así como también aquellas que estaban sometidas a niveles de estrés elevados.
Por su parte, las que sí tenían acceso a beneficios en su lugar de trabajo, como licencia de maternidad pagada u oficina privada, resultaron más 'exitosas' si pensamos en términos de extensión del período de amamantamiento", concluyó la doctora Guendelman.
Fuente: Revista Pro-Salud News