Aunque diversos estudios anteriores sugirieron que la cerveza contiene mucho silicio, se sabía poco hasta ahora sobre cómo variaban los niveles de silicio en función de cada tipo de cerveza y de su malta.
Así, el equipo de investigadores dirigido por Charles Bamforth y Troy Casey, ambos de la Universidad de California, decidieron analizar los ingredientes de la cerveza en 100 marcas elegidas de una tienda y medir su contenido en silicio.
El resultado fue descubrir que las cervezas contenían entre 6,4 miligramos por litro y 56,5 miligramos por litro de silicio, una media de 30 miligramos por litro. Al ser dos cervezas el equivalente a algo menos de medio litro, un individuo puede obtener 30 miligramos de este nutriente con sólo ingerir dos cervezas.
Como hasta el momento no existe ninguna recomendación oficial de ingesta diaria de silicio, los investigadores calcularon que, en Estados Unidos, el consumo individual estaría entre los 20 y los 50 miligramos de silicio diarios.
Sin embargo, advirtieron de que muchos otros estudios han demostrado que consumir más de una o dos bebidas alcohólicas al día pueden ser perjudiciales para la salud. Así, para Bamforth, el consejo sería "consume cerveza, pero con moderación", ya que esta ingesta "contribuye a elevar los niveles de silicio y así, también a tu salud".
Este estudio demostró que el tipo de malta no afecta al contenido de silicio del producto. Sin embargo, sí han descubierto que las maltas más claras tenían más silicio que las oscuras, como la malta negra o la tostada. No obstante, los científicos desconocen el por qué las maltas más oscuras contienen menos silicio que las otras.
Anteriores investigaciones han demostrado que el consumo moderado de cerveza puede ser útil para luchar contra la osteoporosis, una enfermedad caracterizada por una baja densidad osea y el deterioro de los tejidos del hueso.
En esta linea, un estudio publicado el año pasado en 'Nutrition', donde participaron unas 1.700 mujeres, demostró que las personas con consumos de este producto de bajo a moderado mostraban mejor densidad osea que las no bebedoras. Los científicos sugirieron que otra sustancia de la cerveza, diferente al alcohol, podría ser la responsable de esta mejora en los huesos.