La joven actriz de 23 años ha explicado en una entrevista inédita al periódico británico The Sun que durante años utilizó el alcohol y sustancias ilegales para calmar el dolor de sus problemas personales.
Lindsay afirma que esta situación empeoró cuando su padre, Michael Lohan, empezó a acudir a los medios de comunicación, en 2007, para hablar acerca de la vida privada de su hija. "Cuando mi padre empezó a hacerse famoso, toqué fondo. Abusé de sustancias ilegales y esa no era la solución a mis problemas".
La actriz de Chicas Malas ha vivido desde pequeña muy de cerca el tema de las drogas puesto que su padre era toxicómano. Pero en vez de rechazarlas al ver cómo destruía la vida de su progenitor, ella decidió probar la cocaína: "Yo era consciente de lo que era la cocaína por mi padre. Me aterraba, pero la probé porque soy cabezota, estúpida y quería saber qué se sentía".
La joven admite que libra una ardua lucha contra las drogas pero que espera recuperarse lo antes posible.
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