Es cierto que el estar permanentemente trabajando o realizando ciertas tareas puede resultar agobiante y sumamente agotador. Pero, ¿qué ocurre cuando, lejos de eso, una persona pasa la mayor parte del día desocupada, sin hacer nada y sin más obligaciones que mirar televisión, leer el diario, una revista o un libro? O incluso, ¿qué puede ocurrir con su salud si, por el contrario, tiene actividades para hacer pero éstas "no lo llenan" en lo más mínimo?
Cuando una persona está aburrida no tiene la motivación suficiente para realizar ejercicios o alimentarse en forma saludable, pero como un mecanismo de escape tiende a fumar y a ingerir alcohol en exceso, lo que repercute de manera negativa en su corazón.
Descansar puede resultar sumamente placentero los primeros días, pero si esa situación de "hacer nada" se prolonga en el tiempo es posible que traiga más problemas de los esperados. Sino, bastaría con preguntarle a alguna persona que haya tenido que permanecer en cama o en casa durante mucho tiempo.
De acuerdo con las conclusiones publicadas en la revista Journal of Epidemiology, "el aburrimiento por si solo no puede 'matar' o causar el fallecimiento de una persona, pero sí convertirse en un impulsor de determinados hábitos riesgosos, como beber en exceso, fumar, consumir drogas o alimentarse de mala manera."
Se estima que existe una relación entre el hecho de estar todo el día sin hacer nada y la posibilidad de desarrollar patologías psicológicas entre las cuales se destaca la depresión.
También se comprobó que la gente que está aburrida suele tener una mayor tendencia a la depresión, que es sin duda alguna un factor de riesgo cardiovascular que pone en peligro la salud, no sólo por lo que implica y genera el cuadro (hay que pensar, por ejemplo, en las ganas de quedarse en la casa, la mala alimentación o la adhesión -más probable- a algún tipo de vicio) sino por las características químicas y fisiológicas propias del cuadro.
Es cierto que todos, en algún momento, hemos estado aburridos y esto no quiere decir que nuestro corazón haya salido lesionado. Pero si el aburrimiento se convierte en parte de su cotidianidad busque algo que llene su vida, que le guste y que pueda disfrutar.