Para que tu alfombra se vea siempre como nueva, con sus tejidos en buen estado, tienes que establecer una rutina de limpieza para evitar que se acumule la tierra y se aplanen los tejidos.
¿QUÉ TAN A MENUDO DEBES ASPIRAR TU ALFOMBRA?
Aspirar la alfombra frecuentemente incrementa la vida de las alfombras y las mantiene en buen estado por más tiempo. Como la suciedad se incrusta entre las fibras, provoca que se deterioren. El aspirado frecuente también reduce los alérgenos en el ambiente de la casa. Debes aspirar las zonas de tráfico frecuente dos veces por semana y con mayor frecuencia si tienes niños o mascotas dentro de la casa. Coloca tapetes en las entradas de las puertas que dan al exterior. El aspirado no es suficiente a veces, requieres barrer y sacudir las alfombras (las que no están fijas en el suelo) sobretodo si el clima propicia más polvo y suciedad.
¿CÓMO ASPIRAR?
Antes de comenzar a aspirar la alfombra, debes retirar las basuritas que se encuentren tiradas (papelitos, botones, etc) y que puedan dañar la parte interna de la aspiradora. Al comenzar esta tarea debes seguir una trayectoria siempre paralela y procurando no dejar espacios. Mueve los muebles que interfieran en el trayecto de la aspiradora para así evitar que se acumule basura debajo de ellos.
Para aspirar debajo de muebles grandes que no sea tan fácil de mover, utiliza el aditamento para alcanzar zonas de difícil acceso. Cuando aspires la alfombra de la escalera, empieza en los escalones de más abajo para impedir que presiones el polvo en la alfombra mientras avanzas.
PARA LIMPIAR A CONCIENCIA:
La alfombra necesitará una limpieza a fondo una vez al año. Si hay mucho movimiento o tienes niños o mascotas, entonces tendrás que hacer esa limpieza más a menudo. Será mejor que contrates a una empresa que especializada que posea el equipo necesario y será más rápido el proceso; de otro modo, necesitarías aplicar espuma y tallar tú misma y sería un trabajo extenuante.
OTRAS RECOMENDACIONES:
• Al comprar un producto de limpieza, cerciórate de que es adecuado para el material de tu alfombra. Antes de aplicarlo pruébalo en una parte pequeña y oculta (detrás del sillón o debajo de la cama, por ejemplo).
• Procura asear al mediodía y abre las ventanas para impedir que los químicos de los limpiadores se concentren en el ambiente y acelerar el secado.
• Haz un lado todos los muebles, sobre todo los de madera. Si no puedes mover alguno cubre las patas con papel de aluminio o cinta de canela, para evitar que se mojen.
• Limpia de inmediato con un paño húmedo las manchas de té, café, vino, tinta, pegamento, chocolate o pintura. De lo contrario se impreganarán.
• Si tu espuma está ligeramente sucia, usa una espuma en aerosol.
• Los cabellos que se adhieren a la alfombra se enredan en los rodillos y cepillos de la aspiradora hasta hacer que el motor se comience a "amarrar" y se vuelva ineficiente. Para evitarlo, con frecuencia revisa los rodillos cuando la aspiradora esté completamente apagada y desconectada y retira todos los cabellos e hilos que estén enredados.
• Las alfombras son fuente de alérgenos y para las personas que sufren de alergia, se requiere más control y limpieza de las mismas. . Existen bolsas para la aspiradora con filtros especiales para controlar la cantidad de polvo que se emite al aire de las habitaciones de tu casa.