Por lo general, no contamos en nuestro hogar con los suelos que realmente nos hubiese gustado tener, por eso debemos hacer todo lo posible para adaptarlos al estilo que aspiramos imprimir a nuestra vivienda.
Si el suelo cuenta con dibujos, las paredes deben ser lisas, pero si es neutro o madera podemos pintar con acabados decorativos o empapelar las paredes.
Coordinar los colores con un suelo de cerámica resulta fácil. Las baldosas suelen tener algunas vetas en un color más oscuro, el cual puede ser igual o combinarse con el seleccionado para las paredes.
Si el suelo es de un tono claro puede utilizase también para las paredes y con esto ganar claridad y amplitud.
CAMBIAR EN EL SUELO:
Cambiar el suelo constituye un trabajo más arduo que modificar el color de las paredes, por eso, si empleamos tonalidades neutras y neutrales en éste será más fácil lograr impacto y modificaciones a través de la pintura.
No olvide que los matices oscuros crean un ambiente sereno y elegante; reducen las proporciones de las estancias y generan contrastes con las paredes, muebles y otros complementos. En cambio un suelo claro tiene efectos opuestos: amplia el ambiente y permite un mayor juego con los tonos.
ALGUNAS RECOMENDACIONES:
– Pruebe formas de establecer equilibrios entre los suelos, paredes y telas, los cuales son las superficies visibles más grandes de los interiores.
– Evite estampados en telas o papeles pintados con dibujos si el suelo también tiene un diseño.
– Cuando el suelo es de cerámica o baldosas, de un color claro, podrán utilizarse las mismas tonalidades.
– Algo que nunca falla al elegir los colores de las paredes es buscar en las formas y vetas del dibujo de la baldosa un color preciso, a nuestro gusto (especialmente claro) si deseamos iluminar la habitación, u oscuro si no deseamos tanta claridad y queremos darle un toque más sobrio.
– El color de los suelos puede ser cambiado sin dificultad si nos auxiliamos de las alfombras, la cuales podemos combinar con el resto de decoración, especialmente maderas y telas.
– Tenga en cuenta los muebles, porque si son de color madera o de metal, son ellos los que al final vestirán la casa, junto con las cortinas y los acolchados.