Aunque ahora goza de fama y reconocimiento la vida de actriz no siempre sonrió , cuenta que hubo momentos en su juventud en los que estuvo a punto de "tirarse por un acantilado" por la falta de papeles de enjundia en su vida profesional. Con los años, sin embargo, las cosas fueron cambiando.
Naomi Watts es una actriz de renombre, pero esa fama que ahora posee no le llegó hasta la treintena, teniendo que sufrir durante toda la década de los veinte una sequía de papeles que la tuvo algo más que preocupada.
De hecho, al margen de papeles secundarios o pequeñas apariciones en la televisión australiana, país en el que vivió por aquellos años, todos los roles que le interesaban le eran ofrecidos a otras actrices.
Es situación, a los 25 años, llevó a la actriz inglesa incluso a pensar en tirarse "por un acantilado", según ha revelado a la edición alemana de la revista 'InTouch'. "Era una situación que no podía aguantar más, por mucho que lo intentaba no conseguía ningún papel", explica.
Sin embargo, gracias a su aparición en la película de David Lync 'Mullholland Drive' en 2001, la carrera de la actriz empezó a reconducirse de una manera decisiva, protagonizando luego '21 Gramos' junto a Benicio del Toro en 2003 o la superproducción 'King Kong' en 2005, junto a Adrien Brody.
Pero quizá los años de su juventud han marcado la personalidad de esta actriz, que ahora, con 41 años, confiesa que en la actualidad su "prioridad" es su familia.