Estas informaciones fueron ofrecidas por la especialista Carmen Gonzalo Mateo del Hospital del Bierzo, en Ponferrada.
"Durante la gestación, la hormona tiroidea es fundamental para la maduración cerebral del embrión y del feto", ha explicado la doctora. En los primeros tres meses de vida, "el embrión aún no dispone de una glándula tiroides o ésta no es suficientemente madura, por lo que precisa de la hormona tiroidea de la madre", ha señalado.
El grado de las consecuencias de esta deficiencia de yodo vienen dadas en función del grado de carencia de esta sustancia", ha asegurado por su parte, el doctor Lluís Vila Ballester, coordinador del grupo de trabajo sobre los trastornos causados por la deficiencia de yodo (TDY) de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
El Yodo es absorbido en el tracto intestinal y transportado a través del torrente sanguíneo hasta la glándula tiroides, donde será almacenado y utilizado en su momento para producir hormonas.
Beneficios del yodo
- Es muy importante no carecer de este mineral para tener un buen funcionamiento de la hormona tiroidea tetrayodotironina o tiroxina y de la triyodotironina y evitar así el Bocio (crecimiento anormal de la glándula tiroides) y, en general, el Hipotiroidismo. Esto suele ser muy habitual en zonas montañosas lejanas de la costa y con suelos muy pobres en Yodo.
- Estimula el buen funcionamiento de nuestro metabolismo y ello conlleva también el realizar adecuadamente un sinfín de funciones orgánicas indispensables para nuestro crecimiento y el buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
- Participa en el metabolismo de los hidratos de carbono y en la síntesis del colesterol.
- Regula nuestro nivel de energía y un buen funcionamiento celular.
- Facilita que nuestro cuerpo queme el exceso de grasa.
- Cuida de nuestras uñas, cabello y dientes.
- A nivel externo se usa para limpiar y desinfectar las heridas.
- Suele ser un ingrediente habitual en algunas tabletas potabilizadoras de agua.
Fuentes naturales de yodo
La sal yodada, la sal marina sin refinar, el pescado, el marisco, el ajo, la cebolla, las setas, los rábanos y especialmente las algas marinas son los alimentos más ricos en Yodo. Muchos alimentos lácteos son ricos en Yodo debido a que es un aditivo que se les añade como antiséptico.
Hay alimentos que, en gran cantidad y consumidos a diario, pueden, en algunos casos, dificultar la absorción de Yodo como son: las legumbres, el repollo, los nabos, la mostaza, las nueces, la yuca y las coles, entre otros.