La critica le atribuye haber aunado su vocación de escritor con su faceta de hombre comprometido que nunca cesó de denunciar las injusticias que veía a su alrededor o de pronunciarse sobre los conflictos políticos de su tiempo.
Considerado como una persona de firmes convicciones, capaz de "estar al lado de los que sufren y en contra de los que hacen sufrir"; "hombre de una sola palabra, de una sola pieza", como lo definió su mujer, la periodista española Pilar del Río, cuando en 1998 le dieron el Premio Nobel a Saramago, éste reconocía siempre que él no tenía poder para cambiar el mundo, pero sí para decir que era necesario cambiarlo.
Hijo y nieto de campesinos, el escritor nació en 1922 en la pequeña aldea de Azinhaga y publicó su primera novela en 1947, "Tierra de pecado".
El reconocimiento mundial no le llegó hasta los sesenta años, con "Memorial del convento", la novela que, según ha contado Pilar del Río en más de una ocasión, propició su relación amorosa con el escritor.
A la periodista y posterior traductora de la obra de Saramago le impresionó tanto la lectura de ese libro (Premio del Pen Club Portugués) que se fue a Lisboa a entrevistar a su autor en 1986.
Dos años más tarde se casaron. Las novelas de José Saramago "contienen el ADN de lo humano, su huella digital, el rastro de su sangre". Estas palabras de Laura Restrepo denotan la profunda humanidad que desprenden obras como "Alzado del suelo" (Premio Ciudad de Lisboa),
"El año de la muerte de Ricardo Reis" (Premios del Pen Club Portugués y Dom Dinis), o la "La balsa de piedra". Su novela "El Evangelio según Jesucristo" levantó ampollas en el Vaticano y fue vetada en Portugal en el 92.
Un año después el escritor decidió trasladarse a vivir a la isla española de Lanzarote donde residió hasta el final de sus días. "Ensayo sobre la ceguera", "Todos los nombres", "Ensayo sobre la lucidez", "La caverna", "El hombre duplicado", "Las intermitencias de la muerte" son también novelas de este gran escritor que en su último libro, "Las pequeñas memorias", entrelazó los recuerdos de su infancia: "He intentado no hacer nada en la vida que avergonzara al niño que fui", le dijo a EFE cuando se publicó esa obra.