El sistema inmune es la principal barrera con la que cuenta el organismo para defenderse de las infecciones externas. Sin embargo, este proceso complejo de mucosas, anticuerpos y glóbulos blancos, puede "flaquear" o debilitarse ante la falta de descanso, el sedentarismo, el estrés y una mala alimentación. Por eso, es fundamental que la dieta diaria incluya todos los nutrientes necesarios para gozar de una vida saludable. Entre ellos se cuenta el zinc, algo desconocido para aproximadamente un cuarto de la población mundial que presenta carencias de este mineral.
Si bien el zinc se encuentra en una gran variedad de alimentos, sus mayores concentraciones se dan en aquellos de origen animal: la carne vacuna, la porcina, la de aves, la de pescado y en los mariscos. También, aunque en menor medida es posible encontrarlo en huevos y lácteos".
VARIEDAD DE ALIMENTOS QUE CONTIENEN ZINC:
El contenido de zinc es relativamente alto en nueces, semillas, legumbres y cereales sin refinar y bajo en tub¨¦rculos, cereales refinados, frutas y verduras. Pero, dado que a menudo la ingesta de estos alimentos es insuficiente, puede ser apropiada la incorporación de este nutriente a través de productos láteos con probióticos que también lo contienen.
Si bien el zinc se encuentra en una gran variedad de alimentos, sus mayores concentracones se da en aquellos de origen animal: la carne vacuna, la porcina de aves, la de pescado y en los mariscos. También, aunque en menor proporción, es posible encontrarlo en los huevos y en los lácteos.
CONSECUENCIAS DE LA CARENCIA DE ZINC:
Entre las principales consecuencias de la carencia de zinc es posible mencionar el retraso en el crecimiento, las deficiencias inmunológicas, la hiposomia e hipogeusia (identificables físicamente por el descenso en el estado de ánimo), la tendencia a las diarreas crónicas y el retraso madurativo, evidenciable tanto en el crecimiento físico como en el desarrollo intelectual.
El problema de la carencia de nutrientes en la dieta no es solo local, sino también mundial, y se puede observar no soo con el zinc sino también con otros sumamente importantes como el hierro. Para evitarlo es importante tener siempre en cuenta que una dieta debe ser suficiente, completa, equilibrada y armónica.
Entre los grupos de riesgo cuando pensamos en el déficit están aquellas personas que realizan planes de descenso de peso sumamente restringidos, las mujeres que toman anticonceptivos, los fumadores, los bebedores, los deportistas (pero porque tienen mayor exigencia) y quienes padecen enfermedades crónicas.
REQUERIMIENTOS DIARIOS DE ZINC:
Aunque la ingesta variar, he aquí un parámetro:
– Niños 0-12 meses: 5 mg
– Niños 1-10 años: 10 mg
– Mujeres mayores de 11 años: 12 mg
– Varones mayores de 11 años: 15 mg
– Embarazadas 15 mg
– Mujeres en lactancia 16-19 mg.
Las referencias para aproximadamente alcanzar estas cantidades son:
* 200 ml de leche, 80 g de queso fresco y 250 g de pollo
* 250 g de carne, 100 g de queso fresco y un huevo
* Media taza de germen de trigo tostado y 250 g de pescado
* Una porci¨®n de cereal para desayuno fortificado, 200 ml de leche y 250 g de ave.
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Fuente: Revista Pro-Salud