La bienvenida a los presentes estuvo a cargo de Fior Daliza Taveras, secretaria General del SNTP, quien destacó la importancia de este tema, ya que la crónica social tiene mucha incidencia en las diferentes estructuras de la sociedad.
En la actividad realizada en el Bar del Gran Teatro del Cibao, fueron juramentadas Denny Peralta Espinal, del Canal 25; Daniela Cruz, de Listín Diario; Mercedes Guzmán, de Mujer Única y Estilos; Vielka Ureña, de Teleunión y Merka TV; María Teresa Veras, Lorenza Beltré, Wendy Almonte, de Multimedios El Caribe; Mariela López y Marylin Ventura, del periódico La Información; y Francisco Sanchis, del programa Estaciones Sociales.
Claudine Nova, inició sus palabras destacando que este encuentro reviste de gran importancia, porque es la primera vez que la ADCS se traslada a Santiago para participar en la tertulia y hacer una juramentación.
En su disertación, destacó que la crónica es una fotografía de lo que ocurre en la vida de la gente, narrada de modo sencillo para que sea entendida y comprendida por todos (as).
Dijo que El Listín Diario siempre ha estado en la vanguardia de las publicaciones sociales, ya que fue el primer periódico en editar una revista social con formato de lujo es Ritmo Social, y que años más tarde en el 1997, el periódico HOY, le sigue los pasos con la publicación de En Sociedad, con un formato un tanto similar a Ritmo Social, pues la esencia es la misma: hacer, informar, editar crónica social.
Ya en la primera década del milenio, se incorporan las revistas sociales tipo bolsillo: Flow Magazine, Uepa, DParranda, All Exclusive, algunas de las cuales ya están en digital; y en otros formatos como Estilos, Santo Domingo Times, Roce Social.
Mientras que, Cándida Ortega, fundadora y primera presidenta de la ADCS dijo que el periodismo social o crónica rosa una excelente fuente de contenido informativo en todas las áreas, en que se desenvuelve la nación. "Sin lugar a dudas, a través de los años esta área del periodismo ha logrado imponerse en el gusto de todos los extractos sociales, especialmente los más influyentes, debido al nivel de profesionalización alcanzado.
Agregó que "a través de las secciones de sociales de los periódicos nos damos cuenta de las actividades, que si bien es cierto puede ir desde una simple reunión, con el propósito de unir lazos de amistad, no menos cierto es que a través de ella es que nos llegan las informaciones sobre las grandes inauguraciones, presentación de novedosos productos y marcas, creación de nuevas empresas y encuentros que dan cuenta del progreso empresarial e industrial, y por consiguiente del desarrollo económico y social de la nación".
Asimismo, dijo que hoy el país cuenta con importantes revistas con excelentes fotografías y papel satinado, que traen perfiles de mujeres y hombres exitosos en las diversas áreas del saber humano. "Y es qué, el periodismo social, no es un ejercicio de frivolidad y simple entretenimiento, como lo han querido proyectar; sino que es el medio más idóneo para exponer la dimensión humana de la sociedad y sus protagonistas".
También, es mediante la crónica social que la población se da cuenta de los problemas sociales que afectan a los más necesitados. "Pues, si bien es cierto que a través de las páginas sociales observamos las fiestas más glamorosas en los salones del Palacio Presidencial, embajada, hotel o cualquier club social, no menos cierto es que, en estas páginas también se plasma el sentir de los más desposeídos, pues somos los responsables de llevar testimonios de esperanza, solidaridad y superación a quienes necesitan que se le tienda la mano".
Un dato interesante que reseñó, Cándida Ortega es que en sus inicios la crónica social era ejercida por los hombres, pero no porque se inclinaran necesariamente por ésta área, considerada por algunos como la parte frívola y banal del periodismo, sino por las circunstancias socio-política que en ese tiempo vivía el país.
"En las redacciones de los pocos periódicos que existían solo habían hombres, pocas mujeres se atrevían a ejercer el periodismo por lo riesgoso de la profesión y por la oposición de sus padres a ejercer esta carrera. Y por tanto, los periodistas de redacción cubrían desde un acontecimiento sangriento en las calles capitalinas hasta la limitada crónica social de esos tiempos que se enmarcaba en bautizos, cumpleaños, bodas, y algunas fiestas familiares y en los escasos clubes sociales", puntualizó.