Ella misma lo había dicho hace algún tiempo: cuando cumpliera 52 años se autorregalaría 160.000 euros para someterse a tratamientos de cirugía estética. El tiempo ha pasado y ya ha llegado el gran día. De momento, y a juzgar por las fotos de la fiesta, Madonna todavía no ha pasado por el quirófano.
La cantante celebró su 52 cumpleaños en un local de moda de Londres junto a su novio Jesús Luz, el modelo brasileño. La pareja, que hace unos meses superó una crisis, estuvo acompañada en todo momento de la hija de ella, Lourdes.
Los tres juntos acudieron al Schoredicht House donde la Reina del Pop presumió de estupenda figura con un elegante vestido gris satén y un bolso con un original cierre en forma de crucifijo, motivo que también llevaba discretamente colgado al cuello.
Varios medios de comunicación se han hecho eco del regalo de cumpleaños que la propia cantante se brindaría a sí misma, una visita al quirófano de cirugía para hacerse unos cuantos retoques estéticos.