Todos tenemos un punto de control y en ocasiones evitamos hacer cosas por miedo a equivocarnos o ser derrotados; pero no hay que olvidar que lo importante no es caerse sino saberse levantar, ya que de cada error se aprende y se saca una conclusión valiosa para el camino por el que atravesamos.
Continuamente buscamos a la pareja perfecta, entablamos relaciones que pueden ser muchas veces de abrazos, besos y hasta relaciones más intimas, las cuales no siempre son las correctas. Pueden ser relaciones equivocadas, ya que la persona perfecta no existe.
Cuando creemos encontrar a esa persona ideal, pensamos siempre e ilusamente en que si nos entregamos en "cuerpo y alma", nos estamos asegurando una relación duradera y a lo mejor para toda la vida. Pero muy pronto nos damos cuenta de que quien se pensó que sería la pareja ideal, tomó nuestro cuerpo, pero se olvidó de nuestra alma. Y nos preguntamos si sólo se busca eso … cuerpos sin alma.
Entonces surgen la inseguridad, el temor, la desconfianza y te preguntas si valió la pena la decisión que tomaste, si la entrega que hiciste por amor basto para confiar en haber entregado tu ser. Te preguntas ¿cuánto tiempo él gozará de ese cuerpo, antes de encontrar otra persona que entregue el cuerpo, aunque no tenga alma?
En estos tiempos modernos, en los que el sexo se ha vuelto una práctica casi libre en hombres y mujeres, no hay un momento de reflexión para discernir qué es lo que se debe hacer, o se piensa que es la única manera de retener a la persona, sin importar caer en la equivocación, perdiendo los valores y buen juicio.
El problema es que cuando te separas de la persona a la que te entregaste en cuerpo y alma, piensa en cuánto tiempo más pasará para que encuentres a otra persona que te quite esa soledad que te agobia, a la que posiblemente también te entregarás cuerpo y alma. Muchas veces una persona a los pocos días de conocer a una potencial pareja ya le está diciendo "te amo", con la ilusión de ser amada. No se detiene para pensar que el amor es un proceso que nace, pero hay que alimentarlo con detalles y atenciones mutuas. ¿Cómo se puede amar a alguien que hasta hace una semana no conocías?
El corazón es frágil, generoso, ofrece y da sin pedir algo a cambio, no concede tiempo al hombre, a la mujer a que lo aquilate, a que lo conquiste. Se da por sentado que con la máxima "prueba de amor" se "asegura" a la pareja, no se piensa ni por un momento en que se incurre en una equivocación. No te pones a pensar en que tu cuerpo es un templo, el cual tiene que ser sagrado. No puedes entregarlo como si nada valiera, debes darte cuenta de que quien te utiliza se hace grande y te deja a ti pequeña. No puedes dejar que te menosprecien ni permitir que te denigren; no puedes poner tu reputación en peligro, porque una vez que te equivoques será muy difícil volver atrás.
En el camino largo que tenemos que recorrer en la vida cometeremos muchos errores, pero eso no justifica que tú no des valor a lo que realmente tienes, que es tu vida, tu cuerpo, tu dignidad. Realízate como una persona sabia, que sabe elegir lo que quiere, por lo mismo sabrás elegir a quién amar con cuerpo y alma, sin olvidarnos de lo más importante, EL ALMA.
Es muy necesario para encarar la vida de una manera saludable el amor hacia uno mismo, y para ello hace falta que cambiemos las actitudes negativas que tenemos en contra nuestra.
Conquista tu espacio respetándote, valora cada célula que tienes en tu cuerpo, que es la máquina perfecta, incomparable e insustituible. Dale el valor que merece, valora lo que posees, guarda tus virtudes, cuídalas con celo, como lo más preciado.
Tu autoimagen se transmite a otros; lo que pensamos de nosotros es lo que reflejamos hacia los demás. La mejor manera de romper el círculo negativo es gustarte.
Fuente: Artículo "APRENDER A QUERERTE XVIII", de la autoría de Martha E. Barbery De Hoz de Vila.