La segunda razón es porque cambiar actitudes negativas, como por ejemplo soberbia o
negligencia ante el trabajo y la organización, es mucho más complejo que proporcionar
conocimientos o adiestramiento. Y la tercera, es porque gran parte de las instituciones de
formación de capital humano en nuestros días -universidades, tecnológicos, normales, etc.- se
empeñan más en dar conocimiento a sus egresados qu en fomentar valores, base fundamental
de las actitudes y motivaciones positivas.
Como lo señala Keith Davis, reconocido gurú de la administración de personal, "la
actitud es: un estado mental y nervioso de disposición, organizado a través de la experiencia,
que ejerce una influencia directriz o dinámica sobre la respuesta del individuo ante todos los
objetos y situaciones a que se enfrenta".
Las actitudes son como los hábitos, son aprendidas, tienden a persistir y están sujetas
a los efectos de la experiencia. Como bien dicen los psicólogos, algunas de nuestras actitudes
se forman desde los primeros años de nuestra vida y se refuerzan después; otras las
aprendemos o modificamos por los grupos sociales en los que nos desenvolvemos.
Las actitudes no son conductas, pero son indicadores de ellas, ofrecen indicio de las
intenciones conductuales o inclinaciones a actuar de cierta manera. Hay actitudes afectivas,
que contemplan temas como el amor, el odio, el egoísmo y la negligencia.
En lo que se refiere a actitudes laborales, dos ámbitos son los fundamentales: uno, el
referido a la disposición que presentan los empleados para con su trabajo (¿qué tanto se
involucran con el mismo?), y dos, el referido al compromiso organizacional, es decir, al grado
en el que un empleado se identifica con la organización y desea seguir participando
activamente en ella.
Como los hábitos, las actitudes son difíciles de cambiar pero no son inmutables. Los
expertos identifican diversos caminos para reorientar actitudes laborales. Comunicación,
información y estímulos persuasivos, son factores que contribuyen a reorientar actitudes.
Dar la voz a los empleados y no tratarlos como componentes de una gran maquinaria,
discutir sobre determinados aspectos de trabajo en un estilo colaborativo y no impositivo,
contribuye a modificar actitudes. Lo hace, porque de esta manera los trabajadores se sienten
parte de la organización, porque se les brinda la oportunidad de aportar no sólo su fuerza
laboral, sino su mente y espíritu.
La retroalimentación o feedback es otro elemento orientador de actitudes. Cuando
somos capaces de proveer a nuestros trabajadores información suficiente, regular y oportuna
sobre su desempeño, estamos generando condiciones para promover cambios positivos en su
comportamiento laboral.
Las recompensas son el instrumento más frecuentemente utilizado para modificar el
cambio de actitudes. Aunque los especialistas señalan que desde la perspectiva de largo plazo,
para la organización, las recompensas monetarias no son lo más saludable.
Además de las monetarias, es conveniente recurrir a recompensas de otro tipo, tales
como viajes de trabajo, conferencias, congresos, capacitación especializada, etc., recompensas
que representan más una inversión en capital humano que un gasto.
Por supuesto, una de las herramientas más difíciles pero de mayor trascendencia para
el cambio de actitudes, es la persuasión. Sin embargo, su uso no es nada fácil porque implica
una amplia capacidad de convencimiento y tiempo del personal de nivel superior, en ellas se
involucran tanto argumentos y pautas concretas y objetivas, como la personalidad y empatía
entre las partes. Aquí, un buen liderazgo es imprescindible.
Finalmente, la vía autoritaria es otro camino para el cambio de actitudes; sin embargo,
no es la más recomendable debido al impacto negativo que tiene dentro del clima
organizacional, elevando los costos más que los beneficios.
Todo lo anterior no quiere decir que el conocimiento no sea importante, lo es y mucho.
Sin embargo, un buen balance entre conocimientos y actitud hará que el empleado sea más
competitivo y dará al empleador beneficios dentro de su organización
Acerca de Manpower Inc.
Manpower Inc. (NYSE: MAN) es líder mundial en la provisión de soluciones innovadores
en Capital Humano; crea y ofrece servicios que permiten a sus clientes triunfar en el
cambiante mundo laboral. Con más de 60 años de experiencia, ofrece a los empleadores
una gran variedad de servicios para el ciclo completo de negocio y empleo incluyendo
reclutamiento y selección, contratación temporal y de planta, evaluación de empleados,
capacitación, transición de carrera, outplacement, outsourcing y consultoría. La red
mundial de Manpower de cerca de 4,000 oficinas en 82 países y territorios permite a la
compañía conocer las necesidades de sus 400,000 clientes anuales, que incluyen empresas
pequeñas y medianas en todos los sectores económicos, así como las corporaciones
multinacionales más grandes del mundo. El objetivo de Manpower es elevar la productividad
a través de procesos de calidad y eficiencia gracias a su fuerza laboral, permitiendo a
sus clientes concentrarse en las actividades estratégicas de su negocio. Manpower Inc.
opera bajo cinco marcas: Manpower, Manpower Professional, Elan, Jefferson Wells y Right
Management. Puede encontrar más información sobre Manpower Inc. en nuestra página
global, www.manpower.com