Se estima que la adolescente cometió un error al enviar las invitaciones, haciendo una cruz en un casillero que permitió que todos los usuarios de Facebook recibieran su mensaje.
Impactada por la reacción, la joven suspendió la fiesta, pero había un problema mayor.
Su dirección era accesible a los usuarios, por ende, la policía decidió enviar a custodiar los alrededores para el caso de que efectivamente concurran miles de invitados