El estudio ha sido llevado a cabo a partir de una beca concedida por el Centro de Información Cerveza y Salud, que se financia con fondos de la industria cervecera.
La investigación 'Asociación entre el consumo moderado de cerveza tradicional y sin alcohol y la composición corporal' ha analizado «la composición corporal a diferentes niveles y con diferentes técnicas». «Pero de manera especial nos hemos centrado en la obesidad abdominal para desmentir el mito de que la cerveza produce la tripita cervecera», señaló la autora del estudio.
La gente tiene la idea equivocada de que engorda. Lo que engorda es no moverse y comer mal», explico Jesús Román Martínez: «La obesidad se genera a partir del producto graso. Una cerveza son 45 calorías por cada 100 mililitros, que es poco.
Consumir de forma moderada cerveza trae grandes beneficios, como por ejemplo la protección ante enfermedades cardiovasculares, pero también ante algunos tipos de cáncer y enfermedades degenerativas. Contiene una cantidad importante de hidratos de carbono, vitaminas y proteínas cuyo consumo responsable es favorable para la salud humana.
La cerveza, como bebida alcohólica moderada, puede suministrar interesantes beneficios refrescantes, nutritivos y funcionales. Ya se ha comprobado que el consumo moderado de alcohol tiene efectos positivos para el organismo, siempre que se trate de individuos adultos, sanos y que no consuman fármacos con los que el alcohol pueda interferir. El alcohol, en cantidades moderadas, aumenta el colesterol bueno lo que reduce los riesgos de enfermedades y accidentes cardiovasculares.