"Dicen que es el espectáculo más bello que he hecho en mi carrera", dijo Bosé a la AP el martes en entrevista telefónica. "Nunca lo he visto", añadió en tono de broma, "pero me consta que he trabajado para que sea posible".
El día 7 de noviembre tiene previsto tocar en el James L. Knight Center de Miami, única presentación hasta el momento confirmada en Estados Unidos. Sin embargo, Bosé dijo que también están por concretarse conciertos en Chicago, Los Angeles y San Diego.
"Son cosas que se están armando hasta el final de diciembre, luego hay cosas en Europa y luego hay más", expresó el músico de 54 años.
Describió el espectáculo como "de una contemporaneidad brutal … tecnología de punta, una maravilla".
"Son tres módulos en movimiento, es una belleza, yo lo explico fatal", añadió entre risas. El 80% del repertorio son sus éxitos de toda la vida, incluyendo "Amante bandido", "Te amaré", "Morena mía" y "Sevilla", y el resto son temas de "Cardio" y canciones que sus fans le han pedido y que dijo nunca habían tenido cabida en ningún espectáculo.
Postulado al Latin Grammy al mejor álbum del año por este disco, que salió a la venta el pasado marzo, Bosé dijo que confía en que podrá alterar la gira para asistir a la ceremonia de premiación, prevista para el 11 de noviembre en Las Vegas. Pero no promete nada, "no sea que creemos desilusiones o expectativas falsas".
Bosé, quien ya tiene en su haber un gramófono dorado, se medirá en esta ocasión con sus compatriotas Alejandro Sanz y Bebe (por "Paraíso Express" y "Y.", respectivamente), el grupo mexicano Camila ("Dejarte de amar") y el merenguero dominicano Juan Luis Guerra ("A son de guerra").
"Cuando se premia o se nomina al álbum me hace más ilusión que nada, pues se está reconociendo una labor de equipo", expresó con satisfacción. "Yo soy el protagonista, el productor, el autor, todo lo que quieras, pero alrededor hay un equipo sin el cual no pudiera llegar a hacer el disco. Eso hace que sienta especial ilusión".