Paloma San Basilio, acompañada de cuatro músicos en el bajo, saxofón, piano y percusión, protagonizó un espectáculo, en la Sala Prinicipal Carlos Piantini del Teatro Nacional, en el que se pudieron escuchar sus más importantes éxitos en una voz que parece sobrevivir al tiempo, conservando su perfecta armonía.
Moviéndose sobre el escenario y a la vez adueñándose de él, la cantante española brindó una presentación que se extendió por una hora y cuarto en la que también hizo el espacio para interpretar boleros clásicos, algunas canciones universales y, junto a su hija, dos temas del cantautor criollo Juan Luis Guerra.
"Siempre he creído que el océano acerca, jamás aleja, por eso este acercamiento entre dos orillas, entre una tierra con otra", expresó San Basilio, quien reside en España, mientras Shalee lo hace en Estados Unidos, por lo que el concierto significó para ellas un reencuentro musical.
"Ivana es una gran intérprete, pero es también compositora y productora", explicó la cantante llamando a su hija por su nombre familiar.
Ambas interpretaron el tema "Quiero que seas tú", compuesto por Shalee, parte del nuevo trabajo discográfico que están realizando juntas.
Vestida de dorado, verde mar y finalmente de elegante negro, Paloma hizo volar con ella a todos los presentes -que no llenaron a totalidad el espacio- con temas musicales como "Demasiado herida", "Beso a beso", "Cariño mío", "Luna de miel", "Por que me abandonaste" y una pieza de ópera del compositor italiano Giacomo Puccini, con la que hizo brotar intensas emociones.
Con las populares canciones "No llores por mi Argentina" y "Nadie como tú" la española se despidió. "Hasta pronto, hasta cuando quieran", dijo la cantante española.