Mucho ha cambiado la vida de la modelo alemana Heidi Klum en estos últimos 19 años. A sus 37 años, casada con uno de los cantantes más famosos del momento y madre de familia numerosa, poco queda de aquella niña que decidió presentarse a un concurso de belleza nada más terminar el colegio y animada por sus padres.
Ganó el concurso en cuestión y después su carrera despegó rápidamente hasta ser contratada, 5 años después y en el primer casting que hacía para la firma, por la prestigiosa casa de moda de lencería Victoria's Secret.
"Simplemente sabía que lo quería y les demostré lo que tenía, y lo que tenía les gustó", explica la modelo. De hecho, tanto convenció la presencia de Klum entre modelos de la talla de Tyra Banks, Claudia Schiffer o Naomi Campbell, que en seguida empezaron a apodarla 'The Body' ('el cuerpo').
"Estaba encantada con todo. Me encantaba desfilar para Victoria's Secret, me encantaba desfilar entre todas esas modelos" explica la mujer de Seal. "Estaba Claudia Schiffer, estaba Naomi Campbell, Tyra, Laetita Casta, Karen Mulder…"
"Yo era la nueva y estaba encantada de poder rodearme de todas esas mujeres con las que siempre había soñado", continúa Heidi. Y luego te apodan así y ves como publican un artículo tuyo en el NY Post y de repente estoy en la cresta de la ola".
Sin embargo, y tal y como han confesado muchas otras modelos, los inicios de Heidi tampoco fueron fáciles. La encasillaron por ser "demasiado comercial" e intentaron experimentar con ella todos los cambios de look posibles, aunque ella siempre apostó por permanecer fiel a sus principios y no permitió que nadie cambiara su aspecto físico.
"Me decían: 'Eres demasiado comercial, eres demasiado feliz. Quizás deberíamos cortarte el pelo muy corto. O deberías perder u poco de peso para estar más delgada'", explica Heidi sobre sus duros comienzos en el mundo de la moda.