Pretender adelgazar durante las festividades de fin de año es casi una utopía, porque las tentaciones gastronómicas nos persiguen por doquier. Pero sí podemos trazarnos como meta el no ganar libras y si lo logramos esto constituye una victoria.
Es posible divertirnos en actividades donde la comida no sea el eje principal; por ejemplo un taller de manualidades con la participación de familiares y amigos donde pueden preparar guirnaldas de papel, bolas, adornos y monigotes.
Otras formas de compartir es juntarse a decorar la casa, salir a caminar para ver los ornamentos navideños y las luces de la ciudad, elaborar un álbum familiar con las experiencias vividas (narraciones, cuentos, fotos, dibujos) y realizar representaciones teatrales que rememoren los orígenes de esta fiesta religiosa.
Como no se puede prescindir de la comida, prepara platillos sanos, a base de vegetales, granos integrales y frutas. Para divertirse y agradar el paladar no son imprescindibles las grasas y los dulces.
Cuando vayas a asistir a una fiesta, come bien durante el día para que no llegues con demasiado apetito y te excedas. No olvides que la clave está en las porciones y que puedes comer de todo un poco. Recuerda que lo importante es equilibrar.
Ten presente que el alcohol y otras bebidas típicas de la Navidad son ricas en calorías. Toma, pero con moderación.
No descuides el ejercicio durante esta época; luego disfrutar un almuerzo o cena, sal a caminar, eso te ayudará a quemar las calorías ingeridas y te sentirás mejor.