Los hackers alemanes están acusados de acceder a las computadoras de unas 50 celebridades de la farándula, entre las que se encuentran los cantantes Justin Timberlake y Lady Gaga. Los malhechores lograron bajar detalles sobre tarjetas de crédito, música, documentos, correos electrónicos y fotografías comprometedoras.
Entre las celebridades que trataron de extorsionar se encuentra la cantante Kesha quien al parecer tenia fotos desnuda completamente teniendo sexo con su pareja.
Felices con su éxito, los hackers de 18 y 23 años abrieron foros en internet para hablar sobre su habilidad en la intromisión en computadoras ajenas y, sobre todo, de celebridades.
Debido al auge que ha tomado en los últimos tiempos el negocio de la música se cree que los pillos pudieron haber recibido dinero, tras la venta por Internet de algunas canciones.
El FBI participó en la investigación y se dice que los chicos ya se confesaron ante la policía de Alemania, aunque no han sido acusados formalmente.
Desde su casa el joven de 18 años, un disc jockey amateur conocido como "DJ Stolen" y cuyo nombre ha sido reportado por los medios alemanes como Deniz A., le dijo a la AP que estaba distanciado de su presunto cómplice, Christian M. Según medios digitales de Berlin, los sospechosos insertaron el código malicioso en un archivo de MP3 que enviaron a direcciones oficiales de las estrellas, sus managers y sus compañías discográficas.
De su lado el procurador de Duisburg, Rolf Haferkamp dijo que la policía fue notificada del caso luego que un admirador de Kelly Clarkson alertó a sus representantes que estaban vendiendo material inédito de la cantante en la red.
Un miembro de la policía de Duisburg que habló en condición de anonimato dijo que ambos sospechosos estaban siendo investigados desde hace "varios meses" y que las autoridades tienen un archivo de 1,000 páginas sobre ellos.
Haferkamp dijo que la investigación podría terminar en enero con la presentación de cargos delictivos.
De ser hallados culpables, podrían ser sentenciados a hasta cinco años de cárcel o enfrentar fuertes multas por daños y prejuicios.