Este lunes 6 de diciembre la sociedad ha sido convocada a exhibir el amarillo como forma de manifestar su inconformidad con el gobierno ante la negativa de asumir con una verdadera política de estado la educación. La protesta no solo es para que se respete la ley, sino también para que se tomen medidas para frenar el deterioro que según mediciones de organismos internacionales mantiene a la República Dominicana en bajos niveles educativos.
La enseñanza en el país está en una situación de deterioro, para nadie es secreto que a pesar de que algunos políticos entienden que el territorio dominicano vive una verdadera revolución educativa, no cuenta con mecanismos que puedan ofrecer desayuno de calidad, y mucho menos con autoridades dispuestas a poner fin a las intoxicaciones de cientos de niños por consumir el desayuno que se reparte en las escuelas.
La educación dominicana demanda la construcción de nuevas aulas y reparación de las ya existentes. Es justo también exigir mayores condiciones de trabajo para los maestros y por lo menos un seguro de salud que les brinde servicios de calidad. En adición a los esfuerzos del gobierno es necesario una política de seguimiento al desarrollo de los proyectos educativos.
El lunes Amarillo es la voluntad de sectores educativos, la unión de dominicanos preocupados por la verdadera "Revolución Educativa". Esta protesta pacífica es apoyada por fuerzas políticas, empresarios, iglesias, ongs, padres, artistas, comunicadores, estudiantes y todos los que procuran vivir en un mejor país.
Con este reclamo justo y amparado en lo que manda la ley se busca garantizar un mejor porvenir para las presentes y futuras generaciones de dominicanos y dominicanas.
Ante la necesidad de que se priorice la educación, diversos sectores se unen en apoyo a la jornada cívica de este lunes, que solo exige el cumplimiento de la ley.