En principio, el hecho de ahorrar dinero y los sacrificios que comporta puede ser un poco difícil, pero dejando de lado los inconvenientes, la seguridad que ofrece un buen plan de ahorro responsable, vale la pena.
En cuanto a emergencias, pueden presentarse: enfermedades, desempleo, roturas de mobiliario y/o electrodomésticos, reparaciones del coche, malas inversiones, etc.
Por lo que se refiere a planes de futuro: el dinero para la educación de tus hijos, jubilación, etc.
Prevenir los posibles problemas financieros que se pueden presentar en cualquier momento en el hogar es una buena idea y te ayudamos a conseguirlo, mediante unas directrices muy sencillas y cotidianas.
Consejos básicos:
Empieza por hacer un registro exacto de todos tus gastos durante un mes, procurando no olvidarte ninguno. Es una buena y sorprendente forma de tener una perspectiva y averiguar qué puedes recortar y cuánto.
En el hogar:
Piensa en la instalación de reguladores de presión para ahorro de agua en los grifos o descargas de la cisterna de tu hogar. Todo ayuda.
El teléfono es un gasto que sí podemos reducir voluntariamente Ya sea eliminando llamadas que pueden ser superfluas o tratar de acogernos a tarifas o packs que, prestando unos servicios similares, nos resulten más baratos.
Disminuye la temperatura del agua caliente. Pregunta a tu compañía eléctrica o de gas cuáles son las horas de tarifa alta. Ahorrarás dinero si no utilizas el lavaplatos o la lavadora en esas horas. Y tampoco necesitas tener todas las luces de la casa encendidas. Apaga siempre los enchufes de la toma general de corriente, no los interruptores que van directamente al aparato.
La compra de alimentos es una parte importante de nuestros gastos mensuales y el supermercado es uno de los lugares en que gastarás la mayor parte de tu presupuesto. Vale la pena hacer una lista de la compra y evitar todo lo posible apartarse de ella. La colocación de los productos, la música de fondo, la combinación de colores en las estanterías, etc. todo está dispuesto para resultar atrayente e inducirte a llegar a la zona de cajas con muchos más productos de los que te habías propuesto.
Piensa en aprovechar las ofertas que se suelen dar en los supermercados bajo el título "tres productos al precio de dos". Si se trata de productos que se pueden guardar sin problemas, son un perfecto motivo de ahorro.
Por otra parte, ¿cuánto hace que no vas al mercado? Es una forma saludable de ahorrar ya que, por lo general, suelen ajustar mucho más los precios.