Hasta el 1959, esta vetusta vivienda perteneció al Conde de la Mortera y tras el triunfo de la Revolución Cubana se instalaron allí las oficinas de una empresa naviera. Más adelante, en ese mismo lugar funcionó el Ministerio de Cultura y un tiempo después la Casa del Joven, hasta que el 31 de marzo del 2000 se estableció el singular museo del afamado ron.
Las miles de personas que cada año llegan de toda partes del mundo hasta Cuba y se acercan hasta el turístico lugar pueden conocer con detalles cómo se lleva a cabo el proceso de elaboración del ron nativo: selección de la caña, etapas de fermentación, destilación, filtración, añejamiento y mezcla final.
Resulta una aventura emocionante e interesante transitar por el sitio que constituye el "hogar oficial de Havana Club", donde expertos guías políglotos apoyan a los visitantes con explicaciones en español, en inglés, en francés, en alemán o en italiano, según sea su lengua madre, durante el recorrido por los diferentes salones de exhibición.
En la Sala de Añejamiento se pueden observar antiquísimas reliquias, entre ellas una máquina que hace siglos era utilizada para embotellar bebidas alcohólicas; la representación de un mini batey que simboliza los centrales azucareros y rememora el período de la esclavitud; efigies de los sembradíos de caña, trapiches, chozas y máquinas de vapor.
También allí podrás disfrutar de un acogedor bar, un exclusivo restaurante donde mozos, camareras y bartenders brindan un servicio y productos de primera calidad y visitar la galería de arte y una pintoresca tienda para adquirir diversos tipos de rones, suvenires y productos de coctelería.
¡Vamos! No te prives de la inolvidable experiencia que constituye visitar ese museo viviente y al concluir su recorrido disfruta degustando el cóctel típico: Guarabana, elaborado con ron Havana Club Añejo Blanco, jugo de caña de azúcar y zumo de naranja tropical.