Todas las personas somos diferentes y, por tanto, el funcionamiento de nuestro organismo y de nuestro cerebro es distinto; no obstante, ninguno podemos escaparnos del inevitable proceso de envejecimiento que conlleva características propias e impone en nuestras vidas la etapa que se designa como deterioro cognitivo leve, que en el 8 y 16 por ciento de los casos evolucionan hacia la demencia en un lapso de dos años.
Lo anteriormente expuesto no quiere decir que inevitablemente la senectud concluya con la locura, pero hay síntomas deben constituirse en una señal de alerta, porque la capacidad cognitiva depende de la habilidad dinámica de las células nerviosas de establecer conexiones (o "sinapsis"), que disminuye con los años.
Se ha demostrado que cuanto más activas se mantengan las capacidades cognitivas durante la juventud (mediante el estudio, la actividad social, el juego y todo aquello que estimule el ejercicio de la inteligencia y la salud mental), mayores serán las conexiones sinápticas que se establezcan, y aumentarán las posibilidades de tener una buena capacidad cognitiva a medida que avanza la edad.
Pasados los 65 años todas las personas deben buscar actividades que les permitan ejercitar y preservar las funciones remanentes, porque es muy difícil recobrar una función cuando se ha perdido totalmente. De ahí la importancia de estar atentos a las posibles señales de deterioro y de aprender a diferenciar situaciones 'normales' (teniendo en cuenta la edad), de aquellas que simbolizan algún grado de declinación. Si es necesario, se debe recurrir a tratamientos aptos para menguar el deterioro cognitivo.
Los especialistas aseguran que no es posible predecir cuáles personas evolucionarán del deterioro cognitivo a la demencia, ni explicar con exactitud la razón de esta situación; pero sí se puede aseverar es que al realizar determinadas actividades se lograr interrumpir o reducir el impacto del avance de la edad.
SÍNTOMAS QUE PRESAGIAN EL INICIO DE DETERIORO COGNITIVO LEVE:
– Olvidos o confusiones con elementos habituales de la vida cotidiana: nombres de personas conocidas, el lugar donde siempre se guardan ciertos objetos.
– Merma de una habilidad.
– Enfado frecuente.
– Cambios violentos en el carácter.
– Súbito retraimiento y mengua de la facultad para relacionarse con los demás.
– Perderse yendo a algún lugar conocido.
– Dificultad para resolver situaciones imprevistas o inesperadas
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– Perder registro de hechos o episodios muy recientes y cercanos, o hablar como si no hubieran sucedido.
– Conflictos en el manejo de la economía doméstica
ACTIVIDADES RECOMENDADAS PARA ENFRENTAR EL DETERIOR0 COGNITIVO LEVE:
– Practicar juegos de sopas de letras, palabras cruzadas y Sudoku.
– Leer mucho.
– Si la persona es diestra, ejercitar el uso de la mano izquierda.
– Adquirir nuevas habilidades manuales
– Estimular la capacidad sensorial (tratando de reconocer objetos sin utilizar la vista, por ejemplo)
– Ejercitar la memoria con actividades simples como no consultar la lista de compras mientras se está en el supermercado (corroborar sólo después)
FUENTE: REVISTA PRO SALUD