La propuesta está contenida en el ensayo de su autoría, titulado, Hacia la Revolucion
Tecnologica Industrial, en el que sostiene que es evidente que el actual modelo de
desarrollo nacional se ha agotado en razón de que excluye del disfrute del crecimiento
económico a más del 50 por ciento de la población.
De ahí que, señala, urge convocar a todos los sectores a una alianza estratégica en
la que se discutan y aprueben decisiones que viabilicen en el menor plazo posible la
reducción de la pobreza.
Agrega que la reducción de la pobreza y la marginalidad solo serán posibles si creamos
una autentica burguesía nacional y un gran ejército obreros y trabajadores calificados
que exploten de manera productiva y racional, la tierra y la fauna, aportándole valor
agregado a la producción agropecuaria y a nuestros recursos marinos.
Márquez explica que la Revolucion Tecnologica Industrial implica una reorientación de
las labores productivas a fin de que estas se concentren en la producción de bienes de
alta remuneración, como perfumería, juguetes, motores, bicicletas, piezas de vehículos,
industria audiovisual y sofwer de computadoras, entre otros.
Implica por igual, asumir con decisión y firmeza la política de incentivo a la creación
de invernaderos, al tiempo de rescatar la producción de todo tipo de ganado con el fin
de ampliar la producción de pieles y restablecer la industria del calzado, entre.
"Naturalmente, relanzar el aparato productivo, necesariamente exige cambiar el actual
modelo de enseñanza por un modelo que tenga como estrategia formar hombres y
mujeres para crear riquezas que se puedan redistribuir", asegura.
"En este sentido, explica Márquez, para simplificar el proceso de formación de los
profesionales y técnicos que demanda la Revolucion Tecnologica Industrial planteada,
proponemos aplicar en las escuelas el conocido Método Friederick Tailor, que fue el
método de enseñanza productiva que utilizó Estados Unidos para salir airoso en la
Segunda Guerra Mundial y que en la actualidad le ha dado muy buenos resultados a la
economía de Japón".
Claro está, sigue diciendo el autor en el citado ensayo, que naturalmente para la
materialización de la Revolucion ponderada, se hace necesario concertar un cambio
en la política de crédito con el fin de que más del 80 por ciento de los prestamos no se
queden asistiendo al comercio y los demás servicios.
"No es justo que solo el 12 o 13 por ciento de los préstamos de los bancos este dirigido
y sea facilitado al gasto superfluo e improductivo", considera.
Por igual, el escritor y político, Carlos Márquez, cree urgente la solución de la
problemática energética, por lo cual plantea que la sociedad se ponga de acuerdo para
agenciarse con los organismos financieros internacionales, una moratoria de la deuda,
por lo menos, durante 10 años a fin de que los recursos que se invierten en la misma, se
empleen en la creación de un nuevo parque energético menos dependiente del petróleo,
en investigación, en formación de recursos humanos y en tecnología para el desarrollo.