Todo esto se debe principalmente a la ausencia progresiva de las hormonas progesterona y estrógeno que dejan de producirse en el organismo y que son las que equilibran el sistema interno femenino.
Para minimizar los síntomas las mujeres podemos consumir linaza y soya, ambas semillas contienen ciertos elementos que ayudan a equilibrar la cascada de hormonas haciendo que los síntomas más comunes de este periodo sean más llevaderos.
La soya
Esta leguminosa es reconocida por ser una fuente importante de proteínas que casi pueden reempplazar a la leche de vaca; sin embargo, también contiene importantes cantidades de fitoestrógenos e isoflavonas, elementos que actúan como los estrógenos y pueden producir efectos parecidos.
Asimismo, sus efectos han sido estudiados por la Asociación Americana de Dietética, la cual obtuvo como resultado que una dosis de 70 a 100 mg/día de extracto de isoflavonas puede disminuir en un 40 a 60% los bochornos frecuentes en la menopausia.
Otro de los beneficios es que el consumo de soya puede ayudar a mantener a raya a las enfermedades como la osteoporosis que se acentúan después de este periodo.
La linaza
Es la semilla de la planta de lino, cuyas propiedades curativas se orientan al campo estomacal, ya que contiene un alto porcentaje de fibra y como agente depurador del organismo.
Pero algunos estudios publicados en el Journal of the Society for Integrative Oncology, han dado como resultado que el consumo de estas semillas reduce la frecuencia y duración de los sofocos que suelen atravesar las mujeres con menopausia.
Según los resultados del estudio realizado con 29 mujeres, estos se redujeron en promedio en un 50% después de seis semanas consumiendo 40 gramos de semillas al día. De otro lado, la linaza nos beneficia combatiendo la gastritis, enteritis, colon irritable, diverticulitis, lupus eritematoso, entre otros.