Los investigadores, dirigidos por Rose Cooper, examinaron cómo la miel de manuka interactúa con tres tipos de bacterias que suelen infectar las heridas: 'Pseudomonas aeruginosa', estreptococos del grupo A y 'Staphylococcus aureus' resistente a la Meticilina (SARM).
Los autores descubrieron que la miel interfiere con el desarrollo de estas bacterias en una variedad de formas y sugiere que la miel es una opción atractiva para el tratamiento de las heridas infectadas resistentes a los fármacos.
La miel se ha utilizado como tratamiento tópico de las heridas en diversas civilizaciones antiguas. La miel de manuka se deriva del néctar recolectado por las abejas de la miel que se alimentan del árbol de manuka en Nueva Zelanda y se incluye en productos de cuidado de las heridas actuales en todo el mundo. Sin embargo, las propiedades antimicrobianas de la miel no se han explotado por completo en la medicina moderna, ya que se desconocen, en gran medida, sus mecanismos de acción.
Los autores han investigado los mecanismos moleculares que intervienen en la forma en la que la miel de manuka inhibe las bacterias que infectan las heridas. Según explica Cooper, "nuestros descubrimientos con el streptococo y la pseudomonas sugiere que la miel de manuka puede frenar la unión de la bacteria a los tejidos que es un paso esencial en la iniciación de las infecciones agudas. La inhibición de la unión también bloquea la formación de biopelículas, que pueden proteger a las bacterias de los antibióticos y permitirles causar infecciones persistentes".
Otro trabajo en el laboratorio de Cooper han mostrado que la miel puede hacer al SARM más sensible a los antibióticos como la oxacilina, revertiendo la resistencia a los antibióticos. "Esto indica que los antibióticos existentes podrían ser más eficaces contra las infecciones resistentes a los fármacos si se utilizaran en combinación con la miel de manuka", añade el investigador.
La investigación podría aumentar el uso clínico de la miel de manuka a medida que los médicos afronten la amenaza de la menor eficacia de las opciones antimicrobianas.
"Necesitamos formas innovadoras y eficaces para controlar las heridas infectadas que no tiendan a contribuir a una mayor resistencia antimicrobiana. El uso de un agente tópico para erradicar las bacterias de las heridas es potencialmente barato y podría mejorar la terapia de antibióticos en el futuro.