¡Buena noticia! Para estos casos, puedes preparar una mascarilla que resulta realmente muy buena y que te ayudará a tener la piel más calmada y a recuperarte mucho antes de lo previsto.
Pero ten en cuenta una advertencia: incluso usando esta mascarilla todos los días no dejes que el sol te vuelva a dar de lleno, pues tu piel ha quedado sensible y lastimada.
Toma libra de uvas verdes y colócalas un rato en el refrigerador, para que se enfríen. Tritúralas con yogur natural y aplícalo en tu piel quemada al menos durante veinte minutos. Después retira con agua fría y aplícatela. Verás como esta sencilla y natural receta te da excelentes resultados.