Autor de obras de tanta calidad y popularidad como "El túnel" (1948), "Sobre héroes y tumbas" (1961) y "Abaddón el exterminador" (1974), se constituyó en testigo y paradigma de su tiempo y su figura adquirió una dimensión diferente luego de la dictadura militar con su labor al frente de la CONADEP (Comisión Nacional de Desaparición de Personas).
Sábato, quien fue un ser humano polémico, cruzado por sus propias contradicciones que están presentes en algunos de sus personajes literarios; sería homenajeado en Feria del Libro a celebrarse el próximo 3 de mayo en el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, con motivo de cumplir 100 años de vida.
"Nunca me he considerado un escritor profesional, de los que publican una novela al año. Por el contrario, a menudo, en la tarde quemaba lo que había escrito a la mañana", declaró una y otra vez para referirse a esa obra que marcó las generaciones del 60 y 70 y se desdibujó cuando sus ojos comenzaron a fallar, para ser reemplazada por la pintura."
Sus últimos escritos, incluidas memorias y crónicas de la vejez; constituyen su postrera despedida con la escritura, más allá de algún destello vital como la conmovedora confesión de amor a su colaboradora Elvira Fernández Fraga, hoy al frente de la fundación que lleva su nombre.
Su figura recobró fuerza como portavoz de valores añorados por una sociedad atravesada primero por la dictadura militar y luego por el neoliberalismo de los 90. Su mensaje se concentró en los jóvenes: "Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía -dijo- serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido".
Durante su larga trayectoria, por solicitud del entonces presidente Raúl Alfonsín, presidió entre 1983 y 1984 la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), cuya investigación, plasmada en el libro Nunca Más, abrió las puertas para el juicio a las juntas militares.
Sabato en 1984 recibió el premio Miguel de Cervantes, máximo galardón literario concedido a los escritores de habla hispana, por lo cual fue el segundo escritor argentino en recibir este premio, luego de Jorge Luis Borges en 1979.
En 1975, Sábato obtuvo el premio de "Consagración Nacional de la Argentina" y un año más tarde su obra "Abaddón el exterminador" fue reconocida como la "Mejor Novela Extranjera en Francia. En 1977 Italia le otorgó el galardón "Medici" y al año siguiente recibió "La Gran Cruz al mérito civil en España", y en 1979 fue distinguido en Francia como "Comandante de la Legión de Honor."
Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/Murio-Ernesto-Sabato_0_472153095.html