La actividad tendrá lugar en la Biblioteca Pedro Mir y las palabras de presentación del libro estarán a cargo del destacado historiador dominicano Franklin J. Franco, mientras que el autor será presentado al auditorio por el académico Julio Minaya, Presidente de la Asociación Dominicana de Filósofos.
El presente texto, persigue hurgar en las raíces sociales e históricas del pensar dominicano, siendo al mismo tiempo una reflexión crítica en torno al ser nacional (carácter, idiosincrasia y espiritualidad).
El doctor Morla señala que imposible entender el nivel intelectual de que goza la República Dominicana, al margen de la valoración de aquellos momentos fundacionales de la conciencia social de la nación, así como de la praxis social realizada por nuestros primeros hombres de acción.
La introducción de las ideas ilustradas en Hispanoamérica y Santo Domingo, es un evento que acontece a finales del siglo XVIII y principios del XIX, coincidiendo con el nacimiento de la conciencia identitaria de nuestro pueblos. ¿Cómo influyó la Ilustración en Santo Domingo? ¿Cuáles pensadores pueden ser calificados de ilustrados? ¿Cuáles movimientos sociales acontecidos en Santo Domingo pueden ser considerados proyecciones de la Ilustración? ¿Qué tipo de influencia recibieron los ilustrados dominicanos? Las tesis defendidas en el libro, son las siguientes:
1- Las ideas y propuestas de reforma y de transformación social, propias del proyecto ilustrado europeo, sirvieron de paradigma teórico a los intelectuales, pedagogos y políticos que en Santo Domingo, criticaron la tradición escolástica durante los siglos XVIII-XIX.
2- La Ilustración orientó todos los movimientos sociales y políticos de carácter alternativo y emancipatorio que acontecen durante el siglo XIX dominicano.
3- La Ilustración en Santo Domingo toma cuerpo a través de la filosofía política de una minoría intelectual, de origen pequeño burgués, que participó de la praxis política, social y pedagógica del pueblo dominicano.
4- Los ilustrados dominicanos expresaron sus ideas a través de libros, manifiestos, tertulias y mediante la acción pedagógica.
El presente texto consta de dos capítulos:
Capítulo I: Las ideas ilustradas en Santo Domingo durante el siglo XVIII.
Capítulo II: La ilustración en Santo Domingo durante el siglo XIX.
Los primeros ilustrados dominicanos, Antonio Sánchez Valverde y Andrés López de Medrano, son hombres al servicio de la Corona española, que realizan su crítica desde dentro, y no tienen inicialmente otra pretensión que poner a andar la maquinaria de la dominación colonial. Se inscribieron dentro de la corriente del "despotismo Ilustrado", de la cual participaron todos aquellos que en Europa y América eran partidarios de reformas, y no de cambios y transformaciones radicales.
Sánchez Valverde fue un crítico de la escolástica, y en pleno ejercicio de esta crítica se puso en contacto con pensadores ingleses y franceses, quienes sirvieron de marco a su magnífica labor intelectual. Abrazado a las ideas modernas de Renato Descartes e Isaac Newton, critica las ideas físicas, cosmológicas y metafísicas de Aristóteles, siendo en este sentido nuestro primer crítico de las ideas, en el ámbito del desarrollo inmanente del saber filosófico.
Andrés López de Medrano, un ilustrado más evolucionado que el anterior, también critica la escolástica, asume públicamente el sensualismo de Etienne Bonnot Condillac (filósofo francés discípulo de John Locke), y políticamente, evoluciona hacia posiciones y planteamientos liberales, que lo llevaron a involucrarse en el proyecto independentista de 1821.
El manifiesto de su autoría, puesto a circular con motivo de las elecciones parroquiales de 1820, es la expresión elocuente de la presencia de las ideas ilustradas en las décadas finales del Santo Domingo colonial. López de Medrano, puede ser considerado como nuestro primer crítico social, en el sentido de una acción consciente dirigida a llevar luz y comprensión a la sociedad de su época.
El siglo XIX dominicano, es mucho más evolucionado, socialmente hablando. Las ideas y las acciones enmarcadas dentro del pensamiento ilustrado aparecen con más claridad. En 1821, un grupo de ilustrados, encabezados por José Núñez de Cáceres, lleva a cabo un movimiento independiente que integra la colonia de la parte Este de la isla a la Gran Colombia, rompiendo formalmente con el dominio colonial español.
El XIX fue un siglo de efervescencia política y social, por eso el pensamiento ilustrado lo encontramos en los documentos y proclamas de la época. En este sentido son importantes, La declaratoria de independencia del pueblo dominicano, el Acta constitutiva del gobierno provisional del Estado independiente de la parte española de Haití, la Proclama de José Núñez de Cáceres del 1 de diciembre de 1821, el Manifiesto del 16 de enero de 1844, y la Constitución de San Cristóbal de 1844. Todos estos documentos históricos son analizados cuidadosamente a la luz del aparato categorial de la ilustración en el presente texto.
Después de la segunda independencia dominicana (1844) acontece la lucha entre liberales y conservadores o entre ilustrados y escolásticos. Este es el ambiente que encuentra Eugenio María de Hostos cuando llega al país en 1875 y funda la Escuela Normal, primer ensayo de escuela racionalista y laica en la República Dominicana. Con Hostos, la categoría de razón adquiere la fuerza de principio rector de la vida intelectual, lo que abre paso al libre pensamiento y a la crítica de las tradiciones sociales negativas contenidas en la praxis social del pueblo dominicano.
El pensamiento hostosiano y su magisterio representan el más importante ejercicio de Ilustración llevado a cabo en el país, lo cual aparece expuesto de manera clara en el texto Modernidad e ilustración en Santo Domingo.
Finalmente, la presencia de las ideas ilustradas en los pensadores dominicanos ha sido mencionada por diferentes autores, con ayuda de los cuales el autor esclareció sus propias ideas. Lo que esta obra aporta de nuevo y a su modo, es una perspectiva totalizadora, que integra cuanto de modernidad e ilustración produjeron nuestros pensadores en los siglos XVIII-XIX.